Investigadores canadienses demostraron en pruebas de laboratorio realizadas en ratones, que fumar causa alteraciones en la secuencia genética del ADN de los espermatozoides, que pueden ser heredadas a los hijos.
"Lo que hemos observado aquí son mutaciones
genéticas en la línea germinal masculina, es decir en el ADN del
esperma, que de ser heredadas persistirán como cambios irreversibles en
la composición genética de los hijos de los fumadores", consignó Carole
Yauk, líder de la investigación e investigadora de la Sección de
Mutagénesis de la Salud de la División de Toxicología Ambiental y
Ocupacional de Canadá. "Sabemos que las madres que fuman
pueden ocasionarle daños al feto, pero ahora mostramos evidencia de que
los padres fumadores también pueden causarle daños a sus hijos, incluso
antes de conocer a las futuras madres de los mismos", señaló la experta. Los
machos, independientemente de que sean ratones o humanos, generan un
constante abastecimiento de esperma proveniente de células troncales
espermatogónicas autorrenovables. En la Universidad McMasters
de Canadá, Yauk, junto con sus colegas, se dio a la tarea de estudiar
dichas células en ratones maduros que habían sido expuestos al humo de
tabaco por un periodo de entre seis y 12 semanas, en busca de
alteraciones en porciones específicas del ADN, llamadas Ms6-hm, que no
contienen ningún gen conocido. Los ratones "fumadores"
fueron expuestos al humo de dos cigarrillos diariamente, equivalentes a
lo que consume un fumador humano promedio al día, con base en los
niveles de productos derivados del tabaco alojados en el torrente
sanguíneo, obtenidos de un estudio previamente efectuado por el propio
grupo de investigadores. El equipo científico encontró que
la tasa de mutaciones detectadas en las porciones Ms6-hm en los ratones
fueron 1.4 veces más elevadas que en los no fumadores, tras las
primeras seis semanas de experimentación, y hasta 1.7 veces mayores
transcurridas 12 semanas. Según Yauk, "los resultados
sugieren que el daño está asociado con el tiempo de exposición al humo
del tabaco, de tal suerte que mientras más tiempo se fume más se
acumularán las mutaciones y se incrementa el efecto potencial en la
descendencia de los hombres que fuman". Asimismo, la
investigadora afirmó que estudios previos mostraron que la Ms6-hm y
locaciones similares de ADN son sensibles al daño sufrido por
radiación, químicos mutagénicos y partículas contaminantes provenientes
de la industria. En tanto que los investigadores no
realicen estudios específicos de las proteínas que codifican las
regiones del ADN donde residen estos genes, no se puede evaluar el daño
potencial que se ocasionará a las futuras generaciones. Sin embargo,
otros estudios han encontrado que existe una correlación entre las
mutaciones de dichas regiones que no codifican para la producción de
ninguna proteína, con otras que sí lo hacen. "Dichas
conclusiones apoyan el razonamiento de que las mutaciones podrían
interferir con los genes; sin embargo, la investigación que tenemos en
curso busca clarificar la severidad del daño al ADN en la totalidad del
genoma. "Así, que mientras algunos hombres continúen
diciendo que dejarán de fumar cuando nazcan sus hijos, esperamos que
los resultados de nuestro trabajo les den buenas razones para que dejen
de hacerlo antes", comentó Yauk. Entre los próximos pasos
para ganar una mejor comprensión de las consecuencias que el consumo de
tabaco acarrea a la salud genética germinal, el equipo de
investigadores planea realizar estudios en torno de cómo se manifiestan
las alteraciones genéticas en los hijos y nietos de ratones machos que
han sido expuestos directamente al humo del tabaco. Además,
pretenden estudiar los efectos que podría tener la inhalación del humo,
en calidad de fumadores pasivos, así como las posibles afectaciones que
pudieran sufrir los óvulos en las hembras. (Asociación Americana para la Investigación del Cáncer)
|