WASHINGTON (DPA y AFP).- Con algo de entrenamiento, algunas personas
pueden reprimir recuerdos desagradables, afirman investigadores del
Instituto de Psicología de la Universidad de Colorado en Boulder,
Estados Unidos, en un estudio que se publica hoy en la revista Science .
"Creemos haber detectado los mecanismos neuronales de este fenómeno y
esperamos que este descubrimiento e investigaciones futuras generarán
nuevos enfoques terapéuticos y nuevos medicamentos que permitan tratar
un conjunto de problemas emocionales", declaró Brendan Depue, principal
autor del estudio.
Depue y sus colegas llegaron a esta conclusión tras analizar
las imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética funcional
que se realizaron durante el experimento.
La primera etapa fue la del aprendizaje: los científicos les
presentaron a los voluntarios 40 pares de fotografías. La primera
mostraba un retrato humano neutral, mientras que la segunda imagen era
desagradable, como por ejemplo un accidente, una silla eléctrica, la
escena de un crimen o un soldado herido.
En la segunda parte, a las personas que participaban en el
experimento se les mostraba sólo el retrato y mientras a unos se les
pedía que intentaran recordar el tema desagradable asociado con esta
imagen, a los otros se les solicitaba que reprimieran ese recuerdo.
Analizando las imágenes cerebrales de los voluntarios con
equipos de resonancia magnética funcional, los investigadores pudieron
obtener mapas de las regiones cerebrales que estaban activas cuando
realizaban las distintas tareas. Los resultados mostraron que en
algunos casos el recuerdo podía ser suprimido y que este procedimiento
está bajo el control de la zona anterior de la corteza cerebral. Este
hallazgo podría ser de utilidad para el desarrollo de tratamientos para
pacientes que sufren por recuerdos traumáticos o que tienen fobias.
Más precisamente, se descubrió que el córtex prefrontal tiene
influencia en otras regiones del cerebro, en primer lugar sobre una
zona que está relacionada con la elaboración de las impresiones
sensoriales durante la evocación de recuerdos, explicó Depue.
En un segundo paso, el córtex prefrontal suprime también la
actividad de otras dos zonas en el cerebro: la primera de ellas
participa en el recuerdo y la segunda tiene relación con las emociones
vinculadas con un recuerdo.
Sin embargo, los científicos aclararon que la investigación no
ofrece una receta de cómo se puede en casa -por concentración u otras
técnicas- borrar recuerdos desagradables, como una separación o un
accidente, sino que muestra que las personas "poseen un cierto control
sobre sus recuerdos emocionales", indicó Depue en un comunicado
difundido por la universidad.
"Al «cerrar» ciertas áreas del cerebro, pudieron evitar la fijación de algunos recuerdos", explicó.
Depue también especuló acerca del origen de esta capacidad en
el ser humano. Y, como ejemplo, mencionó el de un cazador de la Edad de
Piedra que al intentar cazar a un antílope lograra evitar por poco ser
atacado él mismo por un león. "Si el cazador se hubiera dejado llevar
por sus recuerdos de tal modo que ya no fuera capaz de cazar, se
hubiera muerto de hambre", reseñó.
Desde hace unos 100 años, los psicólogos debaten acerca de si
el hombre posee la capacidad de reprimir recuerdos, algo que según
Depue ahora está demostrado. Mientras algunos colegas presentaron los
primeros indicios acerca de esta posiblidad, para otros expertos la
supresión de recuerdos es un "mito clínico", afirmó el investigador.
Por su parte, otros científicos apuestan a otras posibles
formas de suprimir los recuerdos traumáticos. Como se publicó en LA
NACION, también se observó que el uso de ciertos medicamentos
antihipertensivos durante los momentos en que se fijan los "malos"
recuerdos evitaría su almacenamiento.
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