Investigadores estadounidenses aseguran que una vacuna para mantener a
raya la recurrencia del cáncer de ovario se muestra promisoria, tanto
por su seguridad como por su efectividad.
El equipo anotó que las 18 mujeres que recibieron la vacuna pasaron en promedio 19 meses antes de que el rumor reapareciera. "Desde
el punto de vista clínico, asegurar que las mujeres tuvieron una
supervivencia de 19 meses libre de avance es sorprendente porque se
trata de pacientes de enfermedad reincidente", aseguró el Dr. Robert
Morgan Jr., jefe de la sección de oncología ginecológica del Centro
oncológico City of Hope de Duarte, California. "En general,
los índices de respuesta y supervivencia sin avance que se observan
usualmente son de seis a ocho meses antes de la reaparición de los
tumores. Es realmente estimulante", agregó Morgan, que no participó en
el estudio. Sin embargo, Morgan sí ofreció una nota de
advertencia. "Obviamente, con 18 pacientes no se pueden sacar
conclusiones firmes", dijo. "Aún así, me parece que estos datos
ciertamente deberían estimular la continuación de ensayos de mayor
tamaño". Otro experto hizo eco de esa opinión. "Este es
un estudio muy bien hecho que muestra lo que todos sabemos, que el
sistema inmunitario puede tener una función fundamental en nuestra
lucha contra el cáncer", aseguró el Dr. David A. Fishman, director de
ginecología oncológica, prevención del cáncer y detección precoz del
Instituto de oncología de la Universidad de Nueva York en esa ciudad.
"Desde el punto de vista científico, se trata de un estudio muy
interesante que se muestra bastante promisorio, pero no muestra que
estemos listos para el momento de protagonismo". El estudio,
dirigido por el Dr. Kunle Odunsi del Instituto de cáncer Roswell Park
de Buffalo, Nueva York, fue publicado el lunes en la edición en línea
de Proceedings of the National Academy of Sciences. El
cáncer de ovario es la quinta causa de muerte por cáncer de las
mujeres. Cada año, a unas 20,000 mujeres de los EE.UU. se les
diagnostica la enfermedad, mientras que unas 15,000 morirán por su
causa en el mismo periodo. Como es el caso de la mayoría de
los cánceres, las probabilidades de supervivencia de una mujer son
mujeres si la enfermedad se detecta a tiempo, pero los tumores de
ovario son "asesinos sigilosos" porque son notablemente difíciles de
detectar en las primeras etapas. Apenas cerca del 20 por ciento de los
cánceres de ovario se hallan antes de que la malignidad se haya
propagado a otros tejidos, según la información de la Clínica Mayo. Aunque
la mayoría de las mujeres que tiene cáncer de ovario en estado avanzado
si responde a la quimioterapia, el 70 por ciento de todos modos muere
por causa de la enfermedad dentro de los cinco años siguientes al
diagnóstico. Los investigadores están explorando vacunas como
una manera de alargar la remisión. Las vacunas esencialmente aprovechan
el propio sistema inmunitario del organismo para reconocer algún
componente del cáncer para luego volver las fuerzas del organismo
contra él. Los investigadores explicaron que los agentes
inmunes denominados cáncer-testis se encuentran abundantemente en
diversos tipos de cáncer, por lo que son buenos candidatos para
vacunación. Un antígeno conocido como NY-ESO-1 se ha mostrado
particularmente promisorio. "El péptido NY-ESO-1 se ha
reconocido y conocido como un antígeno potencialmente específico para
tumores. Ese es el único péptido que están usando para esta vacuna en
particular", explicó Morgan. El equipo del Roswell Park probó
la vacuna en 18 mujeres que tenían cáncer epitelial del ovario, que se
origina en el recubrimiento de este órgano. Todas las participantes se
habían sometido a cirugía y habían terminado la quimioterapia. Las
mayoría de las pacientes tenía la enfermedad en estado avanzado. La
vacuna resultó segura y también indujo las respuestas de los
anticuerpos y células T de las pacientes, ambas medidas de las
respuestas inmunes. Las células T reconocieron las células tumorales
que contenían NY-ESO-1. Las células inmunes inducidas por la vacuna también se hallaron en las pacientes hasta uno año después de la vacunación. Una
mujer logró una regresión completa de su enfermedad luego de 10
vacunas, aunque la enfermedad sí volvió a aparecer ocho meses después
de suspender la vacunación. Aunque la intención básica de
ensayos de fase I como este es observar aspectos de la seguridad, con
frecuencia dan más información, comentó Morgan. "Aunque el
objetivo clásico de los ensayos de fase I es la evaluación de
toxicidad, este tipo de gentes son distintos porque generalmente no
tienen mucho de tóxicos", explicó. "Lo que realmente se está buscando
es una respuesta a las proteínas". "Estoy muy animado", continuó. Fishman aseguró que los hallazgos son promisorios, pero podría haber incluso mejores candidatos para vacunas en el futuro
El NY-ESO-1 "probablemente no sea el mejor péptido para utilizar como
vacuna porque todas las vacunas se basan en dirigirse a algo único de
la enfermedad, y esto no es único del cáncer ovario", aseguró Fishman
Aún
así, el estudio "sí se muestra como promesa de inmunoterapia", agregó,
"y a medida que avanzamos más, esperamos llegar algún día a tener
vacunas que tratarán o al final evitarán el cáncer. Ese es el objetivo,
vacunarse para no enfermarse nunca". Más información Hay más información sobre el cáncer de ovario en el U.S. National Cancer Institute.
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