La exposición prenatal al alcohol provoca daños en una región del cerebro implicada en la inhibición, según un estudio publicado en la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research'. Estas alteraciones podrían explicar los problemas de atención y de comportamiento que suelen presentar estos niños.
Una de las principales causas de aparición de anomalías en los recién nacidos es la ingestión materna de alcohol durante el embarazo. El déficit cognitivo y conductual es típico en estos niños y puede tener consecuencias graves como fracaso escolar, delincuencia, prácticas sexuales de riesgo y abuso de sustancias. Estudios anteriores han sugerido la existencia de daños en las regiones frontales subcorticales del cerebro responsables de la inhibición de conductas. Investigadores de la Universidad Estatal de San Diego y de la Universidad de California (Estados Unidos) lo han confirmado en un ensayo que forma parte del programa de Psicología Clínica que ambos centros comparten. En este trabajo han examinado a 22 niños y adolescentes de ocho a 18 años que participan en otro estudio más grande en el Centro de Teratología del Comportamiento, supervisado por uno de los autores. Los cerebros de estos jóvenes, 13 con exposición prenatal al alcohol y nueve no, fueron analizados mediante una resonancia magnética nuclear funcional mientras que realizaban una tarea de inhibición de la respuesta. Al tiempo que los niños apretaban la pantalla cuando aparecían formas de distinto tamaño y evitaban presionar cuando se mostraba una en concreto, la resonancia mostraba qué regiones del cerebro se activaban y a qué nivel durante las tomas de decisión. "Encontramos dos regiones de la corteza prefrontal donde los chicos con antecedentes de exposición al alcohol tenían elevada la activación cerebral y un área en el subcórtex donde estaba disminuida", explica Susanna Fryer, una de las autoras del estudio, que trabaja para el citado programa de Psicología Clínica. Aunque el significado exacto de estos hallazgos se desconoce, Fryer apunta algunas posibles explicaciones. Una de ellas es que este exceso de activación "refleja que estos sujetos necesitan reclutar más recursos del córtex para realizar la tarea, en comparación con los sanos". Otra posible causa es que "la conectividad –o cómo diferentes regiones del cerebro cooperan y se intercomunican- esté alterada entre las regiones fronto-estriadas". El estudio apunta a que este aumento de la activación puede reflejar la inmadurez de la actividad de la corteza prefrontal. Los resultados sugieren que es posible la existencia de efectos teratógenos [que produce malformaciones en el feto] sobre el comportamiento de los niños independientemente de que exista un diagnóstico de síndrome fetal alcohólico, para el que es necesaria la existencia unos signos faciales y físicos concretos. |