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La mayoría de las infecciones respiratorias (especialmente en los niños) son producidas por Virus.
Las Bacterias también pueden ser protagonistas de la agresión. Algunas veces como complicación de una infección viral, y otras de forma inicial.
Las Bacterias son microbios que se pueden identificar, cultivar y
combatir con antibióticos que ayuden a nuestras propias defensas
naturales.
En el caso de los Virus esto no es posible ya que aún no se han
descubierto fármacos eficaces que los combatan. Por esta razón, ante una
infección viral, las medidas más útiles son las que apoyan a la persona
afectada: nutrición, hidratación y mantenimiento de la temperatura adecuada,
así como medidas de apoyo para una buena ventilación.
Cuando la infección es causada por virus NO deben suministrarse
antibióticos.
En nuestro organismo conviven algunas bacterias cuya presencia nos
resulta beneficiosa e impiden el desarrollo de otros microbios más
agresivos.
Tales gérmenes coexisten en nuestras fosas nasales, el aparato
digestivo y en la piel (flora microbiana).
Los antibióticos , en estos casos, atacan a las bacterias
"amigas", pero no hacen efecto alguno contra los Virus
"enemigos".
Cuando el agente agresor es una Bacteria, entonces sí se justifica
pagar el precio de interferir con la flora microbiana habitual, a cambio de
ayudar a nuestras defensas contra un gérmen que está dañando la
Salud.
Hay otra importante razón oir la cual NO deben suministrarse
antibióticos, excepto ante porbadas infecciones bacterianas: la aparición de resistencias de parte de los
microbios.
La Resistencia a estos fármacos significa la capacidad de las
bacterias de soportar el embate del medicamento ante la reiterada agresión por
parte del mismo. Es un mecanismo natural de adaptación y supervivencia de todas
las especies.
Las razones de la aparición de resistencias por parte de algunas
bacterias (la más conocida es la del Estafilococo Dorado) son las
siguientes:
- La automedicación (que las personas adquieran el antibiótico por
su cuenta y lo apliquen sin el asesoramiento médico)
- La sobre-medicación (que los médicos indiquemos el uso de
antibióticos cuando no corresponde por ser un virus la causa de la
infección)
- La mala administración (cuando indicamos menos días de los
necesarios, o una dosis inferior a la requerida, o bien no teniendo en cuenta la
reiteración periódica del mismo antibiótico sobre la misma persona o
ambiente9)
Muchas veces hay dudas acerca de la causa -bacteriana o virósica-
de la Infección Respiratoria, y será el médico quien deberá estudiar cada caso
para tomar la mejor decisión.
En toda circunstancia, hay acciones que podemos tomar para prevenir
las infecciones respiratorias, tanto sean de origen viral, como bacteriano.
El contagio desde una persona a otra se produce ya desde el período
de incubación, en el que aún no hay signos de alarma.
La transmisión de estos microbios se hace a partir de las gotitas
de saliva y también desde las manos que antes tocaron objetos
contaminados.
Por eso debe asumirse que hay periodos de contagio estacional en
los que se deben tomar precauciones especiales:
- Ventilar cotidianamente
- Evitar presencia de humos (en especial el del
tabaco)
- Evitar el hacinamiento, como en las aulas, por ejemplo. Por eso
las vacaciones de invierno resultan una ayuda para dispersar los focos de
contagio.
- Mantener nariz despejada. Enseñar a los niños a soplar la nariz
alternando un orificio y otro.
- Inmunizar contra las enfermedades respiratorias con vacunas de
probada eficacia.
- Cuidadoso lavado de las manos con agua y jabón.
- No enviar a clase a niños con fiebre o claros signos de infección
respiratoria.
- Hidratar. El correcto aporte de agua fortalece a nuestras
células. La cantidad de agua a beber diariamente se mide según el color de la
orina: una orina oscura revela la necesidad de ingerir más
líquidos.
- Alimentar adecuadamente.
- Hacer énfasis en el amamantamiento a pecho directo de los
lactantes.
La leche humana contiene los mejores nutrientes y, además,
sustancias defensivas que reducen notoriamente el riesgo de las infecciones
respiratorias. - Informarse acerca de las medidas de protección respiratoria y
compartir lo aprendido con nuestros hijos y las demás personas.
Hay espacios de nuestra Salud que sólo nosotros mismos podemos
defender.
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