Desde hace años la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) y la World Alliance for Breastfeeding
Action promueven la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una
iniciativa que se extiende entre el 1º y el 7 de agosto, y tienen como
objetivo la difusión de los beneficios del amamantamiento durante los
primeros seis meses de vida. En esta ocasión, los organizadores apuntan
a dar a conocer las nuevas evidencias científicas que revelan que si
todas las mujeres iniciaran la lactancia luego del alumbramiento
podrían prevenirse un millón de muertes neonatales.
La lactancia demanda desde la primera hora de vida conlleva beneficios para el bebé y la mamá. "La
OPS, con gran satisfacción se une a los esfuerzos de las agencias
hermanas de las Naciones Unidas, la Alianza Mundial pro Lactancia
Materna, instituciones bilaterales, organizaciones no gubernamentales,
comunidades, familias, madres, y niños para asegurar que todos los
recién nacidos sean amamantados en la primera hora de vida y que
disfrutan del mejor comienzo de la vida", indicó Mirta Roses Periago,
directora de la OPS, en un comunicado de prensa.
De acuerdo con los especialistas, poner al bebé al pecho desde la
primera hora de nacido puede asegurarle una mejor calidad de vida, pues
permite reestablecer el vínculo con la mamá interrumpido bruscamente
por el parto. Ese contacto desde la primera hora es, tanto para la mamá
como para el bebé, una experiencia de reconocimiento mutuo, sumamente
importante para el establecimiento del vínculo afectivo.
Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario que muchos
hospitales e instituciones sanitarias modifiquen su política pues a
menudo no se permite que los bebés pasen sus primeras horas de vida en
compañía de sus padres.
"Certificar a los hospitales en la Iniciativa Hospital Amigo del
Niño, así como también la implementación y monitoreo del Código
Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre
comercialización de sucedáneos de la leche materna se cuentan entre las
estrategias más importantes para mejorar la iniciación de la lactancia
temprana", detalló Roses Periago.
¿Por qué amamantar hasta el sexto mes de vida? Tanto la OMS como
la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), recomiendan la leche materna
como alimentación fundamental hasta los seis meses de vida, comenzando
a incorporar fórmulas infantiles a partir de ese momento.
"La lactancia materna no sólo constituye un vínculo muy importante
entre la mamá y el bebé, sino que además es la principal fuente de
protección inmunológica que actúa como barrera frente a la anemia
ferropénica, la diabetes tipo I, el sobrepeso, la obesidad y la diarrea
estival, entre otras afecciones", señaló María Elena Torresani, jefa de
la Cátedra de Dietoterapia del Niño de la Carrera de Nutrición de la
Universidad de Buenos Aires (UBA).
Además, cabe destacar que la leche materna tiene la capacidad de
adaptarse al tiempo de vida del bebe. Esto quiere decir que la leche
producida durante el primer mes es distinta a la del segundo y así
sucesivamente cumpliendo con los requerimientos nutricionales del
lactante.
Por su parte, Diego Montes de Oca, médico pediatra agregó: "Más allá
de la utilidad que pueda tener la lactancia en el establecimiento de la
conexión entre madre e hijo; los principales avances en el estudio de
los beneficios del amamantamiento se ubican en el campo de lo físico
pues en los últimos años se han dado a conocer los resultados de
algunas investigaciones que señalan que los chicos alimentados con
leche materna presentan menor incidencia de obesidad a futuro, en
comparación con los alimentados con mamadera. Esto tiene que ver con
que los niños tomando del pecho se satisfacen y comen 'a demanda',
eliminando la posibilidad de que la madre le dé una mamadera de más".
La alimentación "a demanda" Hasta hace algunos años, estaba muy
institucionalizada la idea de determinar un horario de alimentación a
fin de establecer el momento en el cual los chicos debían alimentarse.
Si bien esto resultaba beneficioso para las madres que podían
descansar, en los últimos tiempos los especialistas coinciden en
destacar la importancia de la alimentación "a demanda", es decir que
los bebés puedan tomar el pecho cuando lo deseen, por el tiempo que
deseen.
En este sentido, Manuel Rocca Rivarola, médico pediatra, jefe del
servicio de Pediatría del Hospital Universitario Austral, postuló: "El
hábito debe ser la leche materna, y preferentemente a demanda, pero en
los casos en que la madre no está presente, el bebé ha sido dado en
adopción o si la mamá padeciera, por ejemplo, HIV, se puede recurrir a
las leches maternizadas que preferentemente deben estar indicadas por
el médico".
Las primeras horas, fundamentales Si bien los beneficios de la
lactancia materna son numerosos, la importancia de realizar el primer
acercamiento madre e hijo inmediatamente después del parto es vital
pues este acto ayuda a que las futuras puestas al pecho resulten más
fáciles, a la vez que hace que el contacto con la piel de la mamá sea
más rápido brindando el calor que muchos niños, especialmente los
prematuros, necesitan.
Por otro lado, la lactancia "inmediata" ayuda a que los chicos suban
de peso más rápidamente, a la vez que favorece la producción de leche
por parte de las mamás favoreciendo la prolongación de la lactancia.
Este hecho, a su vez mejora la salud de las mujeres pues aquellas que
amamantaron presentan menor incidencia de cáncer de mama, anemia o
depresión posparto.
"El amamantamiento, más el desgaste que genera cuidar de un bebé sin
dormir bien y todo las demás cuestiones que intervienen en la crianza
de un niño pequeño, favorecen la pérdida de peso por parte de la mamá.
A partir de esto resulta innecesaria la realización de una dieta
estricta a fin de recuperar la tan añorada figura de los meses
anteriores al embarazo", concluyó María Varas, médica pediatra, jefa
del Servicio de Pediatría del Hospital Álvarez.
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