Una de cada cuatro mujeres que utilizan píldoras anticonceptivas comete errores que, al poco tiempo, la sorprenden con mareos, náuseas y antojos inesperados...
Así lo señala la primera encuesta sobre cuánta información -y de qué
manera- reciben las mujeres sobre sus dudas de anticoncepción desde la
sanción de la ley nacional de salud sexual y reproductiva, en 2002.
Según las respuestas obtenidas por el Centro Latinoamericano Salud y
Mujer (Celsam) entre mujeres de 15 a 45 años, el 23% de las usuarias de
alguna de las 50 marcas disponibles en el país comete errores que
reducen la efectividad del método y aumentan la posibilidad de quedar
embarazada.
"Que una de cada cuatro mujeres cometa errores en la toma de la píldora
y que el 29% de los embarazos no planificados ocurra justamente por
alguna equivocación en la forma de usar la píldora es una tendencia
común en América latina y es un patrón de falta de educación sexual",
dijo a LA NACION la ginecóloga Alicia Figueroa, miembro del Comité de
Desarrollo del Celsam.
Los errores más frecuentes que mencionaron las usuarias de la píldora a
las encuestadoras de Celsam van desde equivocarse en la fecha de inicio
de la nueva caja y cambiar el horario de la toma -en general, por
desconocimiento de que esto no es lo recomendado- hasta comenzar a
tomar la primera caja de pastillas anticonceptivas en una fecha
equivocada del mes y no tener en cuenta que, cuando se cambia de marca,
hay que ajustar la dosis.
"No todas las mujeres saben que deben consultar a un médico para saber
si deben hacerlo, ya que entre las marcas pueden variar las fórmulas",
explicó Figueroa.
Las respuestas reincidieron también en la falsa idea de que el
organismo femenino necesita un descanso de la píldora. "Es un mito muy
arraigado aún en nuestro país -señaló la ginecóloga-. Muchas mujeres
siguen creyendo que deben hacer una pausa cada seis meses o un año para
prevenir el riesgo de intoxicación por el uso continuo del fármaco."
24 horas
Según la especialista, la píldora es un medicamento que posee una vida
útil de 24 horas. Por lo tanto, si no se aporta una nueva dosis al
metabolizarse la anterior, la mujer queda desprotegida. De ahí, la
necesidad de cumplir todos los días con el horario de la toma.
"La Organización Mundial de la Salud fue muy clara al concluir que los
descansos en el uso de la píldora no son necesarios, sino
perjudiciales", precisó Figueroa. Esos efectos negativos incluyen
eliminar la protección contra un embarazo no planificado, crear la
necesidad de utilizar métodos anticonceptivos menos efectivos y hacer
que la mujer pierda los beneficios de la píldora, como la prevención de
la anemia (el nivel de glóbulos rojos en la sangre por debajo de lo
normal, generalmente por déficit de vitamina B12, hierro o ácido
fólico).
Otros resultados obtenidos de las 500 mujeres encuestadas al azar entre
abril y julio último en calles porteñas y bonaerenses señalan que el
23,4% desconoce la diferencia entre las distintas pastillas disponibles
en el mercado y que el 20% de las mujeres al que en una farmacia se le
propuso cambiar de marca de píldora anticonceptiva aceptó la propuesta
sin discutirlo antes con un médico. Un 49% de esos ofrecimientos se
debió a que la nueva marca propuesta era más económica que la que ya
utilizaba la mujer.
Asimismo, casi el 27% usa la píldora y le exige a su pareja usar
preservativo, mientras que el 0,5% eligió la esterilización quirúrgica
como primer método anticonceptivo.
"A pesar de tener una ley de salud sexual y reproductiva sigue habiendo
falta de educación y consejería, un procedimiento por el que una
persona accede al asesoramiento anticonceptivo, elige el método según
sus necesidades, creencias y preferencias, y recibe capacitación
exhaustiva de cómo usarlo bien", resumió Figueroa.
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