Los programas preventivos del sida basados exclusivamente en promover la abstinencia sexual son un fracaso y no afectan al riesgo de contraer la infección por el VIH en países pobres, según concluye una investigación publicada en el "British Medical Journal".
El artículo
cuestiona el hecho de que en Estados Unidos se continúe destinando
dinero público a programas preventivos basados únicamente en la
abstinencia sexual. Sus autores indican que en la actualidad el 33% de
los fondos destinados a prevención del VIH del Plan de Emergencia del
Presidente de Estados Unidos para Ayuda al Sida (PEPFAR) se usan en
programas que promueven exclusivamente la abstinencia sexual, lo cual
limita la financiación de otros estrategias que promueven el sexo
seguro.
Investigadores de la
Universidad de Oxford (Reino Unido) han examinado la efectividad de los
programas que promocionan la abstinencia en países pobres, analizando
los resultados de 13 estudios, con más de 15.000 participantes jóvenes
de Estados Unidos. Investigaron los resultados tanto biológicos como de
comportamiento en participantes de tales programas, midiendo parámetros
como la tasa de infecciones de transmisión sexual, embarazos,
frecuencia de relaciones sexuales no protegidas, número de parejas e
iniciación sexual. En comparación con grupos de controles, ningún
programa mostró alcanzar efectos beneficiosos sobre la incidencia de
sexo vaginal no protegida, número de parejas, uso de preservativo,
iniciación sexual, incidencia de embarazos o incidencia de ETS.
Los resultados, en
consecuencia, sugieren que los programas basados en la abstinencia no
la incrementan realmente. Pese a que el estudio tiene limitaciones, sus
conclusiones coinciden con revisiones previas que no encontraron
evidencia de que las estrategias basadas exclusivamente en la
abstinencia sexual funcionen en países en desarrollo o en Estados
Unidos.
Por el contrario,
los autores señalan que los programas que promueven el uso del
preservativo sí que reducen en gran medida el riesgo de contagio del
VIH, especialmente cuando se diseñan específicamente teniendo en cuenta
aspectos culturales de cada población a la que van dirigidos.
British Medical Journal 2007;335:248
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