El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una enfermedad real relacionada con cambios en la producción de la sustancia química cerebral conocida como dopamina, según sugieren dos informes recientes.
En el primer informe, los investigadores encontraron que una variante de un gen receptor de la dopamina podría ayudar a causar la afección conductual, pero también a mejorar su resultado a largo plazo.
"Si se tiene una cierta variante de este gen,
se tiene un riesgo mucho mayor de desarrollar TDAH", afirmó el líder de
la investigación, el Dr. Phillip Shaw, investigador de la Rama de
psiquiatría infantil del U.S. National Institute of Mental Health. Sin
embargo, "lo que nos sorprendió es que tener esa variante también se
relacionaba con mejores resultado con el TDAH", apuntó. "Los niños que tenían el gen correcto tendían a mejorar", afirmó Shaw. "También tendían a ser un poco más inteligentes". Shaw
dijo que no todos los niños que tienen TDAH tienen también esa variante
genética particular. "Entre una cuarta y una quinta parte de esos niños
tiene esa variante genética", señaló. "Eso es más alto que la población
general, donde entre una quinta y una sexta parte la tiene". En otro estudio, científicos encontraron que al contrario de lo que se cree comúnmente el TDAH está relacionado una menor producción de dopamina. Ambos informes aparecen en la edición de agosto de Archives of General Psychiatry. En
el primer estudio genético, el equipo de Shaw comparó a 105 niños que
tenían TDAH con 103 niños sanos. La edad promedio de los jovencitos era
de unos 10 años. Los investigadores evaluaron a los niños con
escanografías por IRM del cerebro, además de su ADN. Además, 67 de los
niños que tenían TDAH fueron evaluados seis años después. El equipo de Shaw encontró que una variante del gen receptor de la dopamina D4 (DRD4)
se relacionaba con el TDAH. Esa forma del gen está relacionada con
tejido más delgado en las áreas del cerebro que controlan la atención. Entre
los niños que tenían TDAH observados durante seis años, los que tenían
esta variedad del gen tenían mejores resultados y recuperaron un grosor
saludable del tejido en el área afectada del cerebro. Eso podría
explicar la historia natural del TDAH de mejora con la edad, anotaron
los investigadores. Las investigaciones posteriores podrían
ayudar a desarrollar tratamientos que ayudarán a los niños a
recuperarse del TDAH más rápidamente, dijo Shaw. Un experto dijo que el estudio podría ser un hito en la comprensión del TDAH. "Se
trata de un estudio muy importante porque complementa la creciente
evidencia de que el TDAH es una enfermedad hereditaria que tienen bases
neurobiológicas genéticamente determinadas y añade más evidencia de que
es un trastorno mental válido, que con frecuencia requiere
intervenciones neurobiológicas [como] tratamiento farmacológico",
afirmó el Dr. Jon A. Shaw, profesor y director de psiquiatría infantil
y adolescente de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de
Miami. En otro estudio, este liderado por la Dra. Nora D.
Volkow, directora del U.S. National Institute on Drug Abuse, sugiere
que el medicamento ritalina para el TDAH funciona al aumentar la
producción cerebral de dopamina. Este hallazgo implica que una
producción reducida de dopamina tiene que ver con el TDAH y que podría
ayudar a explicar por qué tantas personas que tienen la afección
también abusan de las drogas. "Los individuos que tienen TDAH
tienen una función disminuida del sistema de dopamina del cerebro",
aseveró Volkow. "Claramente, el TDAH está relacionado con una
disfunción bioquímica", añadió. El hallazgo es importante porque
desmiente el mito de que el TDAH no es una enfermedad real sino que fue
creado "para vender medicamentos", apuntó Volkow. En cambio, "este
hallazgo explica por qué los medicamentos estimulantes como la ritalina
resultan beneficiosos, porque aumentan la función de la dopamina en el
cerebro", señaló. En el estudio, el equipo de Volkow realizó
escanografías de 19 adultos que tenían TDAH y nunca habían recibido
ritalina, además de 24 individuos sanos. Las escanografías se hicieron
después de que los participantes recibieron inyecciones de ritalina o
un placebo. El equipo encontró que las personas que tenían TDAH
liberaban menos dopamina a la sangre que los que no padecían la
enfermedad. Sin embargo, la ritalina logró una menor disminución que la
usual en la dopamina en esos individuos. Esta reducción en la dopamina
está relacionada con síntomas típicos de falta de atención, encontraron
los investigadores. Volkow anotó que las drogas como la nicotina, la cocaína y la metanfetamina también mejoran la función cerebral de la dopamina. "Este
podría ser el motivo por el que los individuos que tienen TDAH están en
mucho mayor riesgo de abusar sustancias que la población general,
porque estas drogas aumentan la función cerebral de la dopamina y se
'sienten mejor'", especuló Volkow.
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