El acuerdo destinado a congelar el precio de los medicamentos no parece
dar resultado. Según un relevamiento de Defensa de Usuarios y
Consumidores (Deuco), que ratificó la Asociación de Agentes de
Propaganda Médica de la República Argentina (AAPM), sólo en la primera
semana de julio hubo incrementos de entre un 3 y un 20% en 500
medicamentos.
Por otra parte, un sondeo de LA NACION en farmacias de la Capital
Federal permitió constatar que, desde hace dos meses, las listas de
precios se ajustan diariamente. El mecanismo es aumentar entre un 3 y
un 5% cada vez en diferentes medicamentos, sin generalizaciones. Ayer,
por ejemplo, consultados en la Farmacia Nueva Fernández, de Palermo,
informaron que la Buscapina (compuesta x 20) vale $ 15,60 y hace un mes
costaba $ 15,10. El anterior aumento había sido en marzo. "Todos los
días hay actualizaciones de precios", afirmó uno de los propietarios,
Alejandro Bergonzi.
En una presentación pública a fines del mes pasado, el
secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, tras defender los
acuerdos de precios, dijo que los incrementos autorizados para los
medicamentos eran de hasta un 3% para todo el primer semestre de este
año. En ese mismo discurso recomendó a la ciudadanía a denunciar ante
la secretaría que él conduce si se detectaban alzas superiores.
Según la encuesta de Deuco, en la última medición de julio
doce laboratorios violaron el acuerdo. Pero aclararon que la del mes
pasado no había sido la única ola de remarcaciones: desde fin de 2006,
estos mismos medicamentos acumulan alzas de entre un 6 y un 25 por
ciento.
Así, por ejemplo, entre los que más subieron está el
antiinflamatorio Fontol, del laboratorio Duncan, que pasó de $ 14,70 a
$ 17,70 en un mes (lo que representa un incremento del 20%); además,
según este registro, acumula un aumento del 25% desde fines de 2006.
(Ver infografía.)
El presidente de Deuco, Pedro Bussetti, coincidió con los
farmacéuticos al denunciar que "mes a mes se producen subas rotativas
en distintos medicamentos, correspondientes a diferentes laboratorios".
Lo justifica con un exhaustivo estudio mensual sobre la evolución de
precios en farmacias de la Capital.
Poner freno a los precios
La variación del precio de los remedios es tan sensible
como la de los alimentos básicos. Para contener las subas, el Gobierno
había firmado a fines de 2005 un acuerdo con los laboratorios
nacionales y extranjeros, agrupados en las cámaras Caeme, Cilfa y
Cooperala, para habilitar una rebaja del 10% en 237 medicamentos y
garantizar la estabilidad del resto.
Cuando ese convenio caducó, se decidió monitorear el tema a
través de una comisión de seguimiento de precios, aunque sin compromiso
de los laboratorios de mantener congelados los valores. Como siguió la
suba, a fin del año pasado volvieron a extenderse convenios con
droguerías y farmacias hasta el cierre de 2007.
En marzo de este año, los propietarios de farmacias
ratificaron el acuerdo con Moreno en un acta firmada por la Asociación
de Propietarios de Farmacias (Asofar), donde se aclaraba que los
precios no variarían siempre que las empresas proveedoras no
modificaran sus listas ni cambiaran las condiciones de
comercialización.
Desde entonces, Deuco siguió con su relevamiento de precios
paralelo al que informa el Ministerio de Salud. Siempre hay
diferencias: la suba acumulada en el primer semestre de este año,
medida por el Indice de Precios Promedio de Medicamentos (IPPM) fue del
2,7%; en ese período, Deuco contabilizó alzas de hasta el 25% en
algunas presentaciones.
En las cámaras que agrupan a los laboratorios también
relativizaron la vigencia real del acuerdo. Sin embargo, se excusaron
de hablar porque explicaron que son los laboratorios los que ahora
negocian individualmente con el Gobierno. "El año pasado quedamos al
margen y no tenemos información de cómo evolucionan los precios de los
laboratorios", respondieron en una de las entidades.
Sin embargo, LA NACION intentó, sin éxito, dialogar con los
laboratorios en forma individual. "Hay que hablar con las cámaras",
recomendaron en algunos.
El prosecretario de la Confederación Farmacéutica Argentina,
Pablo Mc Cormick, habló en nombre de los profesionales de su sector.
Admitió que el acuerdo firmado con el Gobierno no se aplica, pero
aclaró que las farmacias no son formadoras de precios, sino que se
limitan a actualizar los listados. "Los laboratorios tienen sus propias
estrategias para modificar los valores lanzando presentaciones nuevas o
modificando la cantidad de comprimidos", explicó. Pero, según sus
datos, "los 100 productos más vendidos subieron en junio un 2 por
ciento en promedio".
En cambio, el secretario de Acción Social de la Asociación de
Agentes de Propaganda Médica, José Charreau, denunció subas cercanas al
20% en lo que va del año. "Moreno sabe de estos números, pero no le
interesa la salud, si no discutiría un marco regulatorio. No se puede
solucionar todo con un listado fijo de precios máximos", dijo.
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