El ministerio de Salud
bonaerense junto con representantes de la comunidad mapuche inaugurarán
mañana jueves, a las 12, el primer Centro de Salud Intercultural en la
localidad de Olascoaga, partido de Bragado, una iniciativa inédita en
territorio bonaerense que se propone articular la medicina tradicional
con la prácticas del cuidado de la salud que desde hace más de 500 años
utilizan los pueblos originarios de la provincia. La apertura coincide
con la celebración del Día Internacional de las Poblaciones Aborígenes.
El novedoso centro contará con el aporte de los conocimientos en salud
del lonko o cacique mapuche, y tiene como propósito incorporar
prácticas y saberes autóctonos de nuestros antepasados, y reconocer la
existencia de un sistema de salud paralelo al tradicional, que si bien
funciona desde hace siglos, fue históricamente ignorado por las
autoridades estatales y por la rigidez de la medicina formal sustentada
sobre el pedestal de la ciencia moderna. Lo cierto es que un estudio a
cargo del ministerio de Salud bonaerense sobre más de 20 mil miembros
de pueblos originarios de la Provincia, reveló que estas personas
presentan una clara resistencia a la consulta con los médicos que no
pertenecen a sus pueblos y, por ese motivo, llegan en forma tardía a la
consulta, muchas veces con cuadros sintomáticos graves. Ante esta
realidad, la cartera sanitaria se propuso generar un programa de
encuentros para integrar ambos sistemas de salud. Allí participaron
representantes de diferentes etnias, autoridades del ministerio y
académicos provenientes de universidades nacionales, en particular de
las áreas de medicina, antropología y fitoterapia en la búsqueda de
promover el debate y la integración que comienza a concretarse con la
apertura de un espacio sanitario intercultural.
El rol del cacique
En rigor, el centro de Salud tendrá sede en la localidad de Olascoaga,
partido de Bragado, y contará con un espacio para el médico tradicional
y otro, aparte, para el lonko o cacique, que estará a cargo de aplicar
las prácticas mapuches. El lonko de Olascoaga se llama Máximo Coñequir,
quien a su vez forma parte del Consejo de Ancianos y Machi de la
comunidad mapuche.
Coñequir tiene 73 años y hace más de 20 que se ocupa de curar a los
miembros de su comunidad, aunque claro que en su caso no hay
comprimidos, placas, ni tomografías computadas, sólo imposición de
manos y el uso de hierbas naturales que "armonizan la energía de las
personas".
Para Coñequir la articulación de saberes que le propuso la gente del
ministerio de Salud provincial es una suerte de "reparación histórica
de la medicina aborigen", una disciplina cuyo concepto de enfermedad se
define como una falta de armonía entre la persona y el medio ambiente.
Coñequir asegura que no cualquiera puede cumplir con el rol de lonko o
cacique sanador porque "para curar se debe nacer con ciertas virtudes
que permiten atenuar o eliminar las dolencias".
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