La Oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Sudeste Asiático (SEARO) está instando a los países de la región a emprender "acciones concretas" para prevenir y contener en la zona los brotes de dengue, enfermedad de la que este año se ha registrado un aumento de casos en Indonesia, Myanmar (antigua Birmania) y Tailandia respecto al mismo periodo de 2006.
Concretamente,
Indonesia registró este año el doble de casos de dengue que en el mismo
periodo de 2005. Myanmar y Tailandia están experimentando un incremento
del 29 y el 17%, respectivamente, en el número de casos de esta
enfermedad en el mismo periodo del año. Asimismo, otros países de Asia
y el Pacífico están enfrentando un incremento sin precedentes de casos
de dengue este año.
La experiencia de
años anteriores demuestra que en países como India los brotes de dengue
comienzan a aumentar desde agosto en adelante después del monzón.
Según el director
regional de la OMS para el Sudeste Asiático, el Dr. Samlee
Plianbangchang, el dengue "es un problema generado por el hombre y
relacionado con sus comportamientos", influenciado "por la
globalización y el descontrolado desarrollo urbano, las aguas
estancadas en mal estado y las malas condiciones sanitarias" de estos
países. "Estos factores favorecen la propagación del mal", indicó.
El virus del dengue
se contagia por la picadura de la hembra del mosquito Aedes aegypti,
que se cría entre la basura, en lugares poco higiénicos o en agua
estancada. Tanto para el dengue como para la fiebre hemorrágica del
dengue (FHD), la clave de su control efectivo está en la prevención.
Según el Dr. Jai P.
Narain, director del área de enfermedades contagiosas de la OMS en el
Sudeste Asiático, "el control del vector del dengue (los mosquitos) así
como el control del mosquito que se cría en domicilios y áreas
cercanas, es esencial para la prevención del dengue, que requiere la
total participación y movilización de la comunidad y de cada uno de los
individuos a todos los niveles de la vida familiar".
Ciudadanos,
familias, grupos de apoyo social, asociaciones humanitarias, ONG,
autoridades locales y Departamentos de Sanidad de todos los países
necesitan trabajar unidos para reconducir la situación porque el dengue
es un problema de todos. Individualmente, se puede luchar contra la
enfermedad vaciando todos los recipientes y lugares de almacenamiento
de agua de lluvia, que puede prevenir la aparición de huevos del
mosquito vector del dengue.
El mosquito del
dengue pica sólo de día, al contrario que el de la malaria, que actúa
por la noche. Generalmente, las personas infectadas de dengue sufren
síntomas similares a los de una gripe suave y, en principio, no suelen
ser conscientes de su problema. Después, junto con dolores en las
articulaciones, los enfermos sufren sarpullidos, náuseas y dolores de
cabeza. Algunos de ellos padecen también una forma mortal de la
enfermedad denominada fiebre hemorrágica del dengue, que causa
hemorragias interna y fallos circulatorios. Hasta el momento, no se han
descubierto vacunas para ninguna de las cuatro variantes del virus del
dengue.
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