La sangre tiene sustancias químicas vinculadas directamente con el eczema, según descubrió un equipo de científicos chinos.
El hallazgo del equipo de la Universidad China de Hong Kong ofrece nuevas posibilidades de tratamiento a quienes padecen esta afección.
Los científicos diseñaron un "escozómetro" (un aparato
que sirve para medir la intensidad de una comezón), y se lo adaptaron a
24 niños.
Parte del estudio implicó monitorear cuántas veces se
rascaban durante el sueño. Y otra parte permitió establecer que cuando
aumentaba la comezón aumentaban los niveles de dos sustancias químicas
en la sangre.
El estudio, publicado en la Revista Británica de
Dermatología, documenta el descubrimiento, que podría servir para
determinar la raíz de los problemas de la piel.
Movimiento de la muñeca
Uno de cada 10 bebés está afectado por esta condición
(erupciones cutáneas secas y escamosas) que puede persistir hasta la
edad adulta.
Quienes sufren estos síntomas se tratan con cremas
esteroides, pero los mecanismos detrás de la "comezón de eczema" son
complejos y no se han entendido completamente.
Las investigaciones más recientes se suman a la
evidencia de que el factor neurotrófico derivado del cerebro (BNDF, por
sus siglas en inglés) y la sustancia P están conectados con sensaciones
de comezón.
Ambas sustancias también parecen tener relación con una
variedad de condiciones asociadas a la demencia, los males de
Huntington y Reitt, la depresión y otras afecciones similares.
Los científicos reclutaron a 24 niños con edad promedio
de 11 años, y los hicieron usar un monitor de pulso que registraba el
movimiento de sus muñecas durante la noche.
La idea era que el aparato registrara cada vez que los
niños se rascaban mientras estaban dormidos porque es un indicador
confiable del nivel de la comezón.
Los análisis de sangre que les hicieron más tarde
mostraron que la intensidad de la comezón había aumentado al mismo
tiempo que los niveles de BNDF y de sustancia P.
Presión para todos
Kam-lun Ellis Hon, uno de los investigadores, señaló que
al parecer su estudio es el primero que demuestra que ambas sustancias
"están relacionadas de manera significativa con la actividad del
padecimiento y calidad de vida, y con los niveles de escozor
registrados con el monitor de pulso".
El doctor Colin Holden, presidente de la Asociación Británica de Dermatólogos, expresó satisfacción por el estudio.
"Para la mayoría de quienes sufren de eczema, el peor
síntoma del mal es la comezón", explicó el doctor Holden. "Se sabe que
hay niños que no pueden dormir por la necesidad de rascarse, lo que a
su vez afecta a los padres y puede poner bajo presión a toda la
familia, y hasta afectar el desempeño de los niños en la escuela".
Descubrir los mecanismos de la enfermedad y sus
síntomas, concluyó el especialista, "nos permitirá encontrar nuevas
terapias que específicamente ataquen la raíz del problema".
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