La estimulación cerebral no invasiva mejora el movimiento |
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Diario Médico
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lunes, 03 de septiembre de 2007 |
Estimular el cerebro permite mejorar el movimiento de sujetos que han sufrido traumatismos craneoencefálicos, según las investigaciones que realiza Álvaro Pascual-Leone en Harvard y que proseguirá conjuntamente con el Instituto Guttmann a partir de este año.
La estimulación cortical o cerebral no invasiva permite mejorar el
movimiento de los afectados por traumatismos craneoencefálicos, según
el investigador Álvaro Pascual-Leone, catedrático de Neurología y
Neurociencia de la Facultad de Medicina de Universidad de Harvard.
Considerado
un referente mundial en la especialidad, colaborará con el equipo que
dirige José M. Tormos en el Instituto Guttmann de Neurorrehabilitación
en una investigación sobre estimulación cerebral no invasiva, gracias a
una Cátedra de Biomedicina de la Fundación BBVA.
Este tipo de
estimulación pretende activar o suprimir la actividad de ciertas áreas
del cerebro. Se aplica a través de la piel de la cabeza del paciente,
sin llegar a intervenirlo. Los candidatos a este tratamiento, por ahora
experimental, han sufrido lesiones traumáticas que causan una
sintomatología neurológica suficiente para requerir una hospitalización
prolongada así como neurorrehabilitación, ha explicado Pascual-Leone.
Previamente
a su aplicación, se realiza una resonancia magnética anatómica para
evaluar la lesión cerebral; una exploración clínica detallada, que
permita valorar los daños neurológico, psicológico y neurofisiológico
del paciente, a fin de identificar cuáles son las dificultades que
tiene en la ejecución de distintas tareas y por qué; y una RM funcional
para identificar qué áreas del cerebro del afectado se activan.
Asimismo, permite comparar su actividad cerebral a la de sujetos sanos
y, tras la estimulación, comprobar en qué dificultades ha mejorado el
paciente y cómo ha variado su actividad funcional.
Modalidades Existen
distintas formas de estimular el cerebro afectado. Una de ellas es la
estimulación electromagnética transcraneal, que consiste en utilizar
campos electromagnéticos para generar una corriente sobre diferentes
áreas del cerebro. Tiene utilidad diagnóstica para evaluar la
conectividad del tejido nervioso; estimular reiteradamente distintas
áreas cerebrales es suficiente para modificar su nivel de actividad.
Esta
modalidad se puede aplicar en casos de traumatismos craneoencefálicos
debido a los cuales se han producido desconexiones entre distintas
áreas del cerebro, pero tiene como desventajas que se trata de una
técnica compleja, que precisa de un gran aparataje y que puede
desencadenar una crisis epiléptica cuando los parámetros para aplicarla
no se ajustan adecuadamente, ha expuesto Pascual-Leone.
Otra
modalidad es la estimulación transcraneal por corriente directa. A
diferencia de la anterior, se aplica una corriente eléctrica muy baja,
de 1 ó 2 miliamperios, y que aparentemente no induce cambios en el
cerebro. A pesar de esta aparente ausencia de cambios, el movimiento
mejora.
Según Pascual-Leone, la mejoría se produce porque el
área cerebral que controla el movimiento se halla más o menos cerca del
umbral del mecanismo que es necesario para moverse. Es decir, esta
estimulación se comportaría como el agua hirviendo: es preciso
calentarla para que ésta empiece a hervir y que al hacerlo no se
desborde del recipiente donde se halla. Del mismo modo, este segundo
tipo de estimulación activa más o menos distintas áreas motoras del
cerebro para hacer más fácil el inicio de una actividad concreta (el
movimiento, en el caso del sujeto lesionado) o bien suprimirla (en
casos de impulsividad). Esta técnica de estimulación es mucho más
sencilla de aplicar, útil en el tratamiento del dolor neuropático en
lesionados medulares, pero tiene como desventajas que es menos focal,
según Pascual-Leone.
Los candidatos a recibirla son pacientes con lesiones traumáticas, con síntomas neurológicos y que precisen neurorrehabilitación
Los proyectos en ciernes Álvaro Pascual-Leone, que ha recibido una de las cátedras de Biomedicina que concede la Fundación BBVA
para investigar, ha anunciado que su intención es impulsar seis ensayos
sobre la aplicación de la estimulación cerebral no invasiva en
distintas áreas, como son las cognitivas, la marcha, la espasticidad,
el movimiento, el dolor neuropático y las tendencias adictivas.
El
objetivo es demostrar, a través de estudios clínicos, cuál es la
utilidad de estas técnicas en pacientes adultos y en poblaciones
pediátricas. Al respecto, ha informado de que se ha obtenido la prueba
de principio terapéutico en niños con parálisis cerebral y que ahora se
debe investigar más para trasladarlo a la práctica cotidiana.
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