Casi al mismo tiempo que el Sindicato Médico negociaba ayer de tarde
una salida para el conflicto, 54 anestesistas del hospital Pereira
Rossell anunciaron su renuncia. La medida agrava la situación, justo
cuando la solución parecía cercana.
La renuncia abarca a 54 de los 65 anestesistas del hospital. Se trata
de resoluciones individuales, con el respaldo de las Sociedades
Anestésico Quirúrgicas (SAQ) y en concreto de la Sociedad de
Anestesiología del Uruguay (SAU). La decisión generó gran malestar
entre dirigentes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), que entienden
que está "fuera de tono" y arriesga la negociación.
Los comunicados de renuncia serán enviados esta mañana a la
Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y entrarán a
regir en un plazo de diez días. Pero los anestesistas admiten que las
renuncias serán retiradas si hay acuerdo en las negociaciones con
diputados y con el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Sin embargo, eso está ahora muy lejos de ocurrir, ya que los
diputados frenteamplistas de la comisión de Salud suspenderán hoy las
negociaciones si se confirman las renuncias (ver nota aparte).
En el MSP hubo sorpresa por la noticia, ya que se entiende que las
negociaciones estaban avanzadas. El director de ASSE, Baltasar Aguilar,
dijo a El País que el gobierno se "compromete" a "garantizar la
asistencia" de niños y embarazadas en el Pereira Rossell y envió un
mensaje de "tranquilidad" a la población.
El MSP tiene diseñado un plan de contingencia: prevé apelar a
mutualistas privadas y a la sanidad militar. Legisladores
frenteamplistas barajaron ayer la posibilidad de aprobar en forma
urgente una ley para traer profesionales del exterior. El gobierno está
facultado ahora para "aplicar todo el orden jurídico necesario", indica
una declaración de los diputados del Frente Amplio.
El viceministro Miguel Fernández Galeano y Aguilar se reunieron
anoche con la bancada de diputados del Frente y con integrantes de la
comisión de Salud. "Nunca estuvimos tan cerca, pero ahora se abre un
paréntesis", lamentó el diputado blanco José Olano, presidente de la
comisión de Salud. "Es muy probable que alguien diga `yo no quiero
negociar más así`", opinó Olano.
DIFERENCIAS. Las renuncias fueron anunciadas en una conferencia de
prensa a la hora 18 y, minutos antes, el diputado frenteamplista Luis
Gallo pidió al presidente de la SAU, José Vera, "posponer" la decisión
para salvar las negociaciones. Pero eso no fue aceptado.
La posición de los anestesistas generó fricciones en la interna
médica, en un momento en que la directiva del SMU había apostado a la
negociación. Por lo menos en la agrupación de izquierda Fosalba se
entiende que una declaración como la de los anestesistas "entorpece las
negociaciones" y puede motivar que el gobierno "retire las propuestas
de solución para todos los médicos".
Ayer de tarde también hubo contactos entre dirigentes del SMU y de
la SAQ para intentar que no se anunciaran las renuncias, pero al final
se decidió respetar la autonomía del gremio de anestesistas, dijeron
fuentes médicas.
Luego de enterarse de la noticia, el presidente del SMU, Alfredo
Toledo, dijo a El País: "Como sindicato negociamos pero sabemos que hay
sociedades que están muy irritadas, el ambiente está muy tenso".
Los dirigentes del SMU entienden que había avances en las
negociaciones y que se podía llegar a un acuerdo, lo cual choca con la
postura de la SAU.
QUEJAS. Los anestesistas fundamentan las renuncias ante la
"permanente persecución" del gobierno y dicen que las actuales
condiciones de trabajo "no pueden garantizar una mínima calidad de
asistencia por carencia de recursos humanos".
Hablan de una "situación inaceptable para el ejercicio de la
profesión médica", pero no mencionan en una declaración pública el tema
salarial, que en los hechos es uno de sus principales reclamos.
Los anestesistas de otros hospitales también se reservan el derecho
de renunciar más adelante y lo mismo sucede con los otros especialistas
agrupados en las SAQ. Se trata de "una carta más fuerte", dijeron
fuentes de las SAQ.
Vera dijo ayer que las renuncias no implican un "cierre de
negociaciones", aunque claramente la situación se agravó. "Merecemos
respeto", advirtió el anestesista luego de la conferencia de prensa. Y
afirmó a los gritos que la ministra de Salud María Julia Muñoz suele ir
diez minutos a las negociaciones y luego se retira, dejando
funcionarios sin poder de decisión.
Las renuncias se adoptaron en base a una resolución de la asamblea
de la SAU del pasado viernes, donde se dejó en "libertad" a todos los
anestesistas del Pereira (ya sea funcionarios públicos o trabajadores
contratados a través de Comisiones de Apoyo) para "decidir el
mantenimiento de su vinculación" con el centro. Y allí se afirma que,
en caso de mejorar las condiciones laborales, la SAU garantizará la
prioridad en el regreso a los cargos de los anestesiólogos que
renunciaran.
"Lo decimos con profundo dolor, sabiendo las consecuencias
asistenciales que la decisión traerá", sostuvo Vera. Y aseguró que el
MSP ha intentado "que la opinión pública pierda la confianza y
credibilidad en sus médicos".
En la resolución de la SAU se habla de falta de anestesistas y
aumento "desmedido" de intervenciones en hospitales. También se
menciona una "casi total" falta de cobertura de guardias nocturnas los
fines de semana, e inexistente apoyo del personal de enfermería en
tareas anestesiológicas.
Y se advierte por los "riesgos legales" que conllevaría un incidente
anestesiológico bajo un clima "de decreto de esencialidad y
persecución".
FA se retira de la mediación
Las renuncias de los anestesistas lograron ayer unificar la posición
de la bancada del Frente Amplio. Los legisladores oficialistas
emitieron anoche una declaración de apoyo al Poder Ejecutivo y
aseguraron que, si se concretan las dimisiones, los diputados de la
coalición se retirarán de la instancia de mediación.
Los diputados del partido de gobierno se declararon en "sesión
permanente", y tienen previsto reunirse hoy a la hora 11 para evaluar
la situación junto a las autoridades de Salud Pública.
La declaración aprobada por todos los sectores, incluidos el
diputado Luis Gallo de Asamblea Uruguay (que participó de la mediación)
y los representantes del Movimiento de Participación Popular (que
tenían algunas observaciones), apunta a dar tranquilidad a la
población, al afirmarse que "los servicios esenciales están
asegurados".
El texto fue acordado en presencia del subsecretario de Salud
Pública, Miguel Fernández Galeano, y el director de ASSE, Baltasar
Aguilar, presentes en el Parlamento para participar de una reunión de
mediación.
A partir del anuncio de las renuncias, las autoridades de Salud
Pública se retiraron de la reunión de mediación para evaluar la
situación con la bancada oficialista. El diputado Edgardo Ortuño, de la
Vertiente Artiguista, calificó de "inaceptable" la actitud de los
anestesistas y consideró que los profesionales ponen "de rehén a la
población más necesitada". Durante la reunión se entendió que, si se
concretaban las renuncias, se "endurecía el conflicto y se dificultaban
las posibilidades de diálogo".
El posición unánime en la bancada oficialista se logró luego de
analizar negativamente el papel de algunos diputados del Frente Amplio
en la mediación.
La comisión de Salud de Diputados elaboró una propuesta de salida
con elementos nuevos, pero que mantiene elementos ya acordados, como
fijar sueldo mínimo de $ 12.766 mensuales.
¿Salida?
La propuesta de salida elaborada por diputados establece el cese de
las medidas de fuerza. La fórmula era discutida ayer con las partes,
antes del anuncio de las renuncias.
En dos años se equipararán los sueldos de Salud Pública con los prestadores privados, dice la fórmula.
Una novedad es que incluye medidas particulares para los
especialistas del Pereira Rossell: lleva el precio/hora de todas las
especialidades a $ 215. Es transitorio hasta lograr equiparación con
privados.
Se contemplaría el instructivo de huelga médico, preservando el derecho de huelga.
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