Los problemas cardiovasculares son quizás la principal causa de muerte en el mundo, a pesar de que existen una serie de medidas relativamente sencillas para prevenirlas, como dejar de fumar, hacer ejercicio y llevar una alimentación equilibrada. Lo preocupante es que aunque la mayoría de la gente está conciente de los beneficios de tener hábitos saludables de vida, no los practican, ni siquiera aquellos que ya han tendio un evento cardiaco.
A
esta conclusión llegaron los casi 25 mil especialistas asistentes al
Congreso Europeo de Cardiología, con sede en Viena, Austria.
Cifras
del programa denominado EUROASPIRE (European Action on Secondary
Prevention through Intervention to Reduce Events) I, II y III, ponen
especial énfasis en la desatención hacia los consejos médicos por parte
de los pacientes.
Esta
iniciativa europea evaluó a 8, 500 pacientes de 20 países, con
resultados no muy esperanzadores, por ejemplo, los participantes
aumentaron en promedio 4.9 kilogramos
de peso entre el primer y el tercer examen a que fueron sometidos. El
último estudio mostró que cuatro de cada cinco pacientes tenía
sobrepeso y más del 30 por ciento obesidad; además una quinta parte de
los pacientes no dejo de fumar.
No
obstante, los niveles de colesterol de los voluntarios parecían ofrecer
mejores resultados, pues mientras que en la primera evaluación sólo el
18 por ciento de los pacientes tuvo niveles adecuados, en la última la
cifra se elevó al 87 por ciento. Sin embargo, lo más probable es que
esto haya sido consecuencia de los medicamentos administrados.
Existe
un consenso acerca de cuáles son los factores que más incrementan el
riesgo de sufrir alguna enfermedad coronaria (hipertensión, nivel alto
de colesterol LDL o “malo”, diabetes y tabaquismo), no así en la forma
de determinar el grado de este riesgo, aceptaron los médicos reunidos
en la capital austriaca; pero en lo que sí estuvieron de acuerdo es en
que las medidas básicas de prevención son válidas para todos los
pacientes.
El
principal problema, señalaron los expertos, es que los pacientes se
niegan a modificar sus hábitos de vida por otros más saludables. Muchos
problemas cardiacos podrían evitarse siguiendo las siguientes
recomendaciones:
- No fumar
- Hacer 3 kilómetros de caminata diaria o 30 minutos de ejercicio moderado
- Comer 5 porciones de fruta o verdura al día
- Mantener un peso adecuado
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