Cardiólogos investigadores afirman que un nuevo medicamento podría ayudar a tratar la fibrilación auricular, un tipo de arritmia.
El medicamento, la dronedarona, aún no ha sido aprobado por la U.S. Food and Drug Administration, pero ha resultado efectivo en dos ensayos importantes, con menos efectos secundarios que los medicamentos existentes, según un informe que aparece en la edición del 6 de septiembre del New England Journal of Medicine.
Además, en la misma edición de la revista, investigadores afirman
que un marcapasos especial puede ayudar a prevenir el desarrollo de la
fibrilación auricular en pacientes de enfermedad del nodo sinusal, una
disfunción de la región cardiaca que regula los latidos del corazón. La
American Heart Association calcula que 2.2 millones de estadounidenses,
muchos de ellos de edad avanzada, tienen fibrilación auricular, en la
que las dos cámaras superiores del corazón pierden su ritmo regular. La
afección aumenta el riesgo de que se formen coágulos peligrosos, pues
la sangre se estanca en el corazón. La fibrilación auricular se trata
con medicamentos que previenen la formación de coágulos y también con
medicamentos que restauran el ritmo cardiaco normal. En los dos
ensayos, que fueron patrocinados por Sanofi-Aventis, fabricante de
dronedarona, participaron más de 1,200 participantes que tenían
fibrilación auricular. En un ensayo europeo, el latido del
corazón siguió siendo normal durante un promedio de 96 días en los que
recibieron dronedarona, frente a 41 días en los que recibieron un
placebo. En el otro ensayo, llevado a cabo en los Estados Unidos y
varios países más, el latido cardiaco siguió siendo normal durante un
promedio de 158 días entre los que recibieron dronedarona y 59 días en
los que recibieron un placebo. Lo más importante fue que la
incidencia de efectos secundarios peligrosos, como los que ocurren con
un medicamento aprobado llamado amiodarona, fue baja en el ensayo con
dronedarona, señaló el Dr. Bramah N. Singh, investigador principal y
profesor de medicina de la Universidad de California en Los Ángeles. La
amiodarona puede afectar la tiroides, el hígado y los pulmones. "Hasta
este momento, no ha habido casos de fibrosis pulmonar [relacionados con
la dronedarona], que es la complicación más letal que un paciente puede
tener", anotó Singh. Debido a que la incidencia de fibrosis
pulmonar es baja, los participantes de los ensayos seguirán siendo
vigilados por cierto tiempo, dijo. "Pero el problema puede ser resuelto
con relativa rapidez", dijo Singh. "Un ensayo de morbilidad y
mortalidad con 4,600 pacientes está a punto de ser terminado.
Deberíamos tener resultados en seis o siete meses". También es
necesario tener una comparación directa de dronedarona frente a
amiodarona, señaló. "No se han comparado directamente en la misma
población", apuntó Singh. "Hasta que se haga, no podemos afirmar con
confianza que la dronedarona sea menos o más efectiva". Se están llevando a cabo estudios de comparación directa, afirmó, "y generalmente se hacen rápido, en 12 meses o algo así". En
el otro estudio sobre la fibrilación auricular, llevado a cabo por un
grupo liderado por el Dr. Michael O. Sweeney, un electrofisiólogo del
Hospital Brigham and Women's de Boston, participaron 1,065 pacientes a
los que se les implantaron marcapasos por una enfermedad del nodo
sinusal. Entre el 10 y el 15 por ciento de los estadounidenses
mayores de 65 años padecen la afección, afirmó Sweeney, y muchos han
recibido marcapasos que estimulan latidos regulares en las cámaras del
corazón. La idea es que el marcapasos acelere el latido cardiaco
anormalmente lento que tiene lugar con la enfermedad del nodo sinusal.
Sin embargo, un marcapasos convencional puede aumentar el riesgo de
fibrilación auricular al acelerar el ritmo cardiaco hasta que la cámara
se agita, en lugar de bombear sangre, explicó Sweeney. Algunos
participantes del ensayo recibieron marcapasos que funcionan sólo sobre
los ventrículos, las cámaras inferiores del corazón. El 7.9 por ciento
de ellos desarrolló fibrilación auricular, frente al 12.7 por ciento de
los que recibieron marcapasos convencionales. El estudio fue apoyado por Medtronic, fabricante de dispositivos médicos. "Esta
es la primera vez que esta tecnología ha sido validada en un ensayo
clínico", apuntó Sweeney. "Esperamos que cambie el método para la
enfermedad del nodo sinusal". La técnica puede incluso aplicarse
a quienes ya tienen un marcapasos implantado, afirmó Sweeney, pues esos
marcapasos pueden ser reprogramados. "Los pacientes tal vez deseen
preguntar a sus médicos sobre la gestión del ritmo ventricular", dijo. Más información Para más información sobre la fibrilación auricular, visite la American Heart Association.
|