La Asociación Española de Afectados por Linfomas (AEAL) celebra hoy en Madrid la cuarta edición del Día Mundial del Linfoma con diversas actividades, con el objetivo de que los participantes se conciencien de la gravedad de este tipo de tumor, desconocido para más del 80% de la población española.
"Queremos informar a
la población sobre esta enfermedad, sus síntomas, evolución y
tratamientos y dar a conocer la existencia de una asociación que apoya
e informa a pacientes y familiares", declaró la presidenta de AEAL,
Begoña Barragán.
Asimismo, la
asociación advirtió de que a lo largo de 2007 se diagnosticarán
alrededor de 7.100 nuevos casos, lo que convierte a esta enfermedad en
uno de los cinco tipos de cáncer más comunes en España, que afecta por
igual a mujeres y varones.
El Dr. Manuel
Constenla, miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM),
emitió, en la rueda de prensa del pasado lunes, un mensaje
tranquilizador, asegurando que cerca del 60% de los pacientes afectados
por este tipo de cáncer se cura. Además, advirtió que "incluso en
situaciones avanzadas y a diferencia de otros cánceres", los linfomas
de Hogdkin y no Hogdkin, "tienen un grado de curación alto".
A día de hoy, según
la AEAL, aunque la causa exacta de la enfermedad sigue sin conocerse,
las investigaciones se han centrado en algunos factores que han podido
contribuir a su aparición, como alteraciones del sistema inmunológico y
virus -como el VIH- y factores genéticos. A este respecto, el Dr.
Constenla añadió que las radiaciones de Chernobil han contribuido a
aumentar la cifra de enfermos de linfoma en la zona.
En cuanto a los
tipos de tratamiento, el Dr. Miguel Ángel Canales, hematólogo del
Hospital de La Paz (Madrid), comentó que, además del tratamiento para
curar el linfoma, que consiste en general en sesiones quimioterapia y
radioterapia en diferentes combinaciones, dependiendo de cada paciente,
se ha empezado a utilizar desde hace unos 5 años anticuerpos
monoclonales. "Es un fármaco inteligente, que busca los linfocitos y se
une a ellos para que el organismo pueda reconocer esas células como
extrañas y eliminarlas", explicó. "No añaden efectos secundarios,
incrementan el periodo de tiempo de remisión y aumentan la
supervivencia del paciente", concluyó.
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