La actividad física, tanto aeróbica como de resistencia, se asocia a una reducción del valor de hemoglobina glicosilada en los afectados por la enfermedad.
El ejercicio
reduce el riesgo cardiovascular en los pacientes con diabetes tipo 2,
según un estudio de la Universidad de Calgary (Canadá) y del Instituto
Taub de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) que se publica en
"Neurology". Los resultados de la investigación muestran que tanto el
ejercicio aeróbico como el de resistencia mejoran el control de la
glucosa en sangre en personas afectadas por la enfermedad, lo que a su
vez reduce el riesgo de infarto de miocardio e ictus, además de las
probabilidades de desarrollar otras enfermedades asociadas a la
diabetes, como la enfermedad renal. Los mayores beneficios procedían de
la combinación de ambos tipos de ejercicio.
En el estudio
participaron 251 adultos de entre 39 y 70 años que no realizaban
ejercicio de forma regular y que presentaban diabetes tipo 2. Los
participantes fueron distribuidos en cuatro grupos, en los que en tres
de ellos realizaban durante 45 minutos diarios 3 veces por semana
ejercicio aeróbico o de resistencia o ambos tipos combinados. El cuarto
grupo no realizó ninguna actividad física.
Cada participante
fue evaluado en relación a los cambios en los valores de hemoglobina
glicosilada (A1c). Los autores explican que una disminución absoluta de
un 1% en los valores de A1c se asocia a un 15-20% de reducción del
riesgo cardiovascular, y a un 25-40% de disminución del riesgo de
retinopatía diabética y de enfermedad renal.
Según los
investigadores, tanto el grupo que realizó ejercicio aeróbico como el
que practicó ejercicio de resistencia mostraron una reducción del valor
de A1c de alrededor de un 0,5%. El grupo que realizó ambos tipos de
ejercicio duplicó esa reducción, pues el nivel de A1c disminuyó un
0,97% en comparación con el grupo control, en el cual no se observaron
cambios en el valor de A1c.
Según los autores,
incluso las personas que mostraban un buen control de la glucosa en
sangre al inicio del estudio y que practicaron ejercicio tanto aeróbico
como de resistencia experimentaron una mejoría en el control de la
glucosa".
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