Un equipo compuesto por siete trabajadores de Médicos Sin Fronteras (MSF) aterrizó el pasado viernes, 14 de septiembre, en la pista de Luebo, a 15 kilómetros de Kampungu, en RDC, donde siete compañeros han estado trabajando desde el día 2 de este mes. El nuevo equipo consiste en un epidemiólogo, un médico, un enfermero, un logista, un experto en agua y saneamiento, un psicólogo y un administrador.
El epidemiólogo de MSF, en colaboración con representantes del
Ministerio de Salud de RDC y de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), evaluarán la situación en toda la zona donde se han registrado
casos sospechosos de Ébola. El objetivo es tener lo antes posible un
análisis del brote, incluyendo saber más sobre la definición de caso,
identificar los lugares de dónde proceden los pacientes y localizar a
las personas que han estado en contacto con los enfermos.
Los expertos de MSF deben asegurarse que de las personas fallecidas se
entierran para poder prevenir el contagio, usando materiales
específicos como bolsas para el cadáver y desinfectantes. Una parte
importante del trabajo de MSF es informar a la población sobre la
enfermedad, la epidemia y las formas de evitar, en la medida de lo
posible, la propagación del brote.
Desde la llegada del primer equipo de MSF a Kampungu, se han
hospitalizado en el centro de salud de esta localidad 25 casos
sospechosos de fiebre hemorrágica de Ébola. Entre éstos, ochos
pacientes han fallecido. “Actualmente, tenemos a cinco pacientes
aislados”, dice Rosa Crestani, coordinadora del equipo de emergencia de
MSF en Kampungu. “Tres de ellos están extremadamente enfermos y dos
moderados”.
MSF hace el seguimiento y trata en la medida de lo posible a estos
pacientes en la estructura de aislamiento que ha instalado la
organización. “Nuestro centro de aislamiento está básicamente dividido
en tres partes”, añade Crestani. “Una está completamente aislada y es
donde están los pacientes enfermos; otra es donde el personal se viste
con los trajes de protección y se desviste después de haber estado en
contacto con los pacientes; y la tercera es un espacio de desinfección
entre una y otra sala. En los próximos días, vamos a decidir con el
Ministerio de Salud y la OMS si instalamos otras estructuras de
aislamiento en otras localizaciones de esta área de salud”.
Actualmente, MSF está enviando 18 toneladas de material (de agua y
saneamiento, médico y logístico) a la provincia del Kasai Oeste.
Transportar este material desde las pistas de aterrizaje hasta el área
del brote es un desafío logístico dado el mal estado de las carreteras,
que ha empeorado con el comienzo de la temporada de lluvias. Viajar
entre Kananga, la capital de la provincia, y la zona del brote (250
kilómetros) lleva tres días.
Además, MSF hace consultas externas en Kampungu. El día 13 de
septiembre, dos casos sospechosos fueron referidos desde el
departamento de consultas externas a la sala de aislamiento.
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