Los hombres y las mujeres mayores que consumen suplementos nutricionales son más propensos a obtener cantidades adecuadas de varias vitaminas y minerales que aquellos que no los utilizan, indicó un nuevo estudio.
Los investigadores hallaron también que mientras una gran
proporción de personas mayores de 51 años no obtienen las
vitaminas y los minerales suficientes sólo a través de la
dieta, menos de la mitad consumen suplementos todos los días. "Estas discrepancias masivas se deberían tomar en cuenta al
desarrollar las recomendaciones para el uso de los suplementos
a esa edad", concluyó el equipo dirigido por Rhonda S.
Sebastian, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos,
en Beltsville, Maryland. El equipo analizó datos de 1994-1996 sobre 4.384 hombres y
mujeres de más de 51 años para conocer si los consumidores de
suplementos tenían un mejor nivel nutricional y, también, para
determinar quienes eran los más propensos a usar suplementos. En general, alrededor del 40 por ciento dijo que los tomaba
a diario. Mientras que esos consumidores obtenían más nutrientes de
los alimentos que aquellos que no usaban los suplementos, ambos
grupos recibían mucho menos folato, vitamina E y magnesio del
que necesitaban sólo de la dieta, halló el equipo. El 80 por ciento de los usuarios de suplementos obtenía
suficiente vitamina A, B-6, B-12, C y E; folato; hierro y zinc
de la dieta y de los suplementos. Los investigadores hallaron también que algunos de los
consumidores de suplementos, en especial los hombres, ingerían
demasiado hierro o zinc, mientras que algunas consumidoras
obtenían demasiada vitamina A. El consumo excesivo de hierro dañaría el corazón, mientras
que el exceso de zinc alteraría el sistema inmune y reduciría
los niveles de la lipoproteína de alta densidad o colesterol
"bueno", destacaron los autores. Además, en las mujeres, el exceso de vitamina A demostró
aumentar el riesgo de fractura de cadera. Las personas más comprometidas con la calidad de la dieta y
el cumplimiento de las recomendaciones nutricionales eran más
propensas a consumir suplementos, observaron los autores. Dado que el estudio se realizó antes de 1998, cuando se
introdujo al mercado la fortificación de los productos de
granos con folato, se desconoce si el nivel de folato en la
dieta sigue siendo un problema para los adultos mayores, señaló
el equipo. Pero, según los resultados, los investigadores sostuvieron
que los adultos mayores deberían evitar el uso habitual de
suplementos con retinol (una forma de vitamina A) y hierro.
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