Hace unos meses, la noticia de que un nuevo anticonceptivo oral ofrecía la posibilidad de eliminar el periodo menstrual entusiasmó a muchas mujeres para quienes este mecanismo natural es en especial molesto.
Aunque
la llegada de este fármaco (cuyo nombre comercial es Lybrel, fabricado
por Wyeth) puede considerarse como un verdadero adelanto científico, lo
cierto es que las consecuencias de su uso no podrán ser evaluadas sino
hasta dentro de varios años. La pregunta surge de forma casi
espontánea: ¿acaso no será peligroso desaparecer así como así un
proceso natural en el cuerpo de la mujer?
Este
cuestionamiento debe preocupar a todos los profesionales de la
medicina, al menos a los que sienten un verdadero compromiso con el
bienestar de sus pacientes; por ello, es necesario hacerse preguntas,
evaluar los pros y los contras de cada nuevo tratamiento o medicina,
tal como lo ha hecho la doctora Martha K. Richardson en la más reciente
edición de Harvard Women's Health Watch.
“El uso continuo de la anticoncepción debe considerarse un territorio ampliamente desconocido”, señaló la doctora Richardson.
“Por
otro lado, para aquellas mujeres que sienten mucho dolor, distensión
abdominal y cefalea durante el período, por ejemplo, eliminarlo
mejoraría su calidad de vida”, agregó la doctora Celeste
Robb-Nicholson, editora médica de la publicación, aunque aceptó que no
existen datos de seguridad a largo plazo sobre Lybrel (que se toma
diariamente sin interrupciones para detener el sangrado mensual y para
evitar el embarazo).
De
acuerdo con Robb-Nicholson, otro motivo para considerar la eliminación
del sangrado menstrual es que “algunas mujeres tienen períodos muy
densos y se vuelven anémicas”. De hecho, el suprimir la menstruación se
ha utilizado con éxito para tratar la endometriosis y controlar los
cambios hormonales de la transición a la menopausia.
La
experta recalcó que aún se desconoce si existe un lado malo de la
historia, “sólo tenemos un año de información disponible, lo que
siempre es preocupante Sin embargo, no esperamos efectos a largo
plazo. Los riesgos deberían ser parecidos a los de los anticonceptivos
orales”, indicó.
Entre
los riesgos generados por los anticonceptivos orales se encuentra el de
la formación de coágulos, con ello, de infartos y accidentes
cerebrovasculares, en especial en las mujeres fumadoras.
Para
la doctora Robb-Nicholson, la mayor preocupación acerca del uso del
nuevo anticonceptivo sería que, si falla, la mujer no se enteraría de
que está embarazada, no obstante, “no me pronunciaría a favor ni en
contra” de eliminar los períodos menstruales, concluyó.
"No
creo que fuera a indicarle a la mujer con período normal, y a la que no
le molesta demasiado, algo distinto a lo que le suelo dar ni que la
orientase en este nuevo camino (del control continuo de la
concepción)", concluyó Robb-Nicholson.
Si
una mujer me comenta que el período le causa muchos problemas y quiere
tratar de eliminarlo durante un año, no lo impediría, finalizó.
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