El embarazo no debería equivaler a nueves meses de falta de sueño, aseguró una especialista en el tema.
Varios son los factores que pueden alterar el descanso
nocturno durante el embarazo, desde la necesidad de levantarse
a la noche para orinar hasta tratar de acomodar la panza, dijo
a Reuters Health la doctora Jodi A. Mindell, directora asociada
del Centro de Sueño del Hospital de Niños de Filadelfia. Pero, aseguró la autora, "casi todos esos factores se
pueden manejar de algún modo". Dormir lo suficiente es importante para la salud de la
embarazada y del feto, agregó Mindell, cuyo libro "Sleep
Deprived No More: From Pregnancy to Early Motherhood" (No Más
Privación del Sueño: Del Embarazo a la Maternidad Temprana) se
publicará el 15 de noviembre próximo. La autora describe en el texto un estudio que demostró que
mujeres que dormían menos de seis horas por noche durante el
último mes de gestación tenían trabajos de parto más largos (29
contra 18 horas) y un mayor riesgo de tener cesárea que las
embarazadas que dormían por lo menos siete horas por noche. Mindell es portavoz de la Academia Estadounidense de
Medicina del Sueño, entidad que busca crear consciencia de la
importancia del descanso nocturno para las embarazadas mediante
una campaña nacional que se realizará en el mes de octubre. La especialista ofrece varios consejos para que las
embarazadas superen los problemas de sueño: * Completar los requerimientos diarios de líquido antes de
la cena para evitar tener que ir varias veces al baño a la
noche. * Comer un "snack" antes de dormir para aliviar el hambre y
las náuseas nocturnas. * Usar varias almohadas para estar cómoda: una almohada
para sostener la panza y otra entre las piernas para sostener
las caderas pueden ser muy útiles. * No consumir cafeína después de la cena. * Realizar una adecuada higiene del sueño. Cumplir con una
rutina relajante antes de dormir, hacer que la habitación sea
un lugar confortable para dormir e intentar regularizar el
horario de sueño. Una de cada 4 mujeres, indicó Mindell, desarrollará el
síndrome de piernas inquietas durante el embarazo, que es una
sensación "muy incómoda de que algo está trepando por las
piernas" y que sólo se alivia al moverlas. El síndrome puede estar relacionado con la deficiencia de
hierro, que es frecuente después de la semana 20 del embarazo,
de modo que recomendó controlarles los niveles de hierro a las
mujeres que están sufriendo problemas de este tipo. Dormir lo suficiente después del parto también es
fundamental, pero más difícil, en especial durante las primeras
seis semanas de vida del bebé, precisó Mindell. Las madres primerizas deberían dormir cuando lo hace el
bebé y buscar toda la ayuda necesaria. La exposición a la luz
solar, en especial de la mañana, las ayudará a sentirse mejor. "Se debe hacer del sueño una prioridad; hay que dejar de
lado la idea de la madre perfecta con una casa perfectamente
limpia y comidas 'gourmet' en la mesa", sostuvo la experta.
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