La inyección por ecoendoscopia corrige las varices gástricas |
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Diario Médico (Por Sonia Moreno)
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miércoles, 26 de septiembre de 2007 |
Un equipo de cirujanos del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, ha empleado la ecoendoscopia para guiar las inyecciones con pegamento biológico en la corrección de las varices gástricas. La técnica ha demostrado ser segura y eficaz en los cinco pacientes donde se ha aplicado.
Las intervenciones cruentas son cada vez menos invasivas para el
paciente gracias a la endoscopia. El Servicio de Aparato Digestivo del
Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, uno de los grupos pioneros en
estas técnicas, publica en Gastrointestinal Endoscopy los
resultados de una novedosa estrategia para tratar las varices
gástricas. Esta entidad clínica, que se presenta en un 20 por ciento de
los casos de hipertensión portal, tiene una alta mortalidad debido a
las hemorragias y a las recidivas del sangrado.
A finales de la
década de 1980 aparecieron los pegamentos biológicos y mejoraron el
tratamiento de las varices gástricas, pero la inyección de pegamento
plantea dos inconvenientes: el riesgo de embolización, debido a la
necesidad de inyectar una cantidad elevada para obstruir las varices, y
el peligro de que la inyección alcance la pared del estómago y produzca
una úlcera que termine originando un sangrado masivo. Por estos riesgos
de complicaciones, la inyección no se encuentra aprobada en Estados
Unidos, aunque sí en Europa.
Rafael Romero, del referido
servicio sevillano, es el primer firmante de un trabajo en el que se ha
empleado la ecoendoscopia para visualizar las venas perforantes, que
generan las varices en la pared gástrica. Con ayuda de la
ultrasonografía endoscópica (USE) o ecoendoscopia, los cirujanos han
logrado inyectar la cantidad mínima de pegamento necesaria para
obstruir las varices.
"Hemos realizado esta intervención por
primera vez en el mundo en cinco pacientes a los que les inyectamos un
centímetro cúbico de cianoacrilato en la vena que nutría la variz; en
tres casos se emplearon dos sesiones con un cm3 cada una; en los otros
dos enfermos, con una sesión de un cm3 fue suficiente". Normalmente se
inyectan de 6 a 10 cm3 o incluso más, y la cantidad se relaciona
directamente con el riesgo de complicaciones. "En el trabajo observamos
una media de 1,6 sesiones por enfermo, mientras que la media
convencional es de tres o cuatro sesiones".
Romero piensa que la
publicación de este trabajo puede que sirva para reconsiderar la
seguridad de la técnica endoscópica en Estados Unidos, donde el
tratamiento se basa en la vía hemodinámica, la cirugía o las prótesis
intravasculares. '(Gastrointestinal Endoscopy 2007; 66(2): 402-407)'.
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