Una presión arterial y un peso sano pueden ayudar a evitar la insuficiencia cardiaca y la rehabilitación puede ayudar en la recuperación.
Las personas tienen que cuidar sus corazones antes y después del inicio de los problemas cardiacos, según sugieren dos estudios recientes. En
el primer estudio, los investigadores señalaron que para evitar la
insuficiencia cardiaca a los 70 u 80 años de edad, hay que comenzar a
mantener la presión arterial baja y el peso bajo control a los 50. "Evaluamos
la hipótesis de que niveles mayores de presión arterial e índice de
masa corporal (IMC) en la mediana edad serían determinantes potentes
del riesgo de insuficiencia cardiaca más adelante en la vida y que el
riesgo representado por medidas precedentes permanecerían aún después
de tomar en cuenta estos factores de riesgo medidos más adelante en la
vida", afirmó el Dr. Ramachandran S. Vasan, investigador principal. "Eso
es exactamente lo que encontramos", añadió Vasan, investigador
principal del Framingham Heart Study y profesor de medicina de la
Facultad de medicina de la Universidad de Boston. Un aumento de
unos 20 mm Hg en la presión arterial sistólica a los 50 se relacionaba
con un riesgo de insuficiencia cardiaca 36 veces mayor hasta 20 años
más tarde. Cada aumento de 2.2 libras (1 kilo) en el IMC (una
proporción entre el peso y la estatura) a los 50 se relacionó con un
aumento del 6 por ciento en el riesgo de insuficiencia cardiaca, señaló
Vasan. "El estudio subraya la importancia de mantener un IMC y
una presión arterial ideales durante el transcurso de la vida", apuntó
Vasan. Para el estudio, el equipo de Vasan recolectó datos de
3,362 personas que participaron en el Framingham Heart Study, quienes
recibieron exámenes rutinarios entre 1969 y 1994. Durante el
seguimiento, 518 de las personas desarrollaron insuficiencia cardiaca. "La
prevención de la insuficiencia cardiaca debería comenzar temprano en la
vida y debe incluir una evaluación de la presión arterial e IMC
elevados", dijo Vasan. "No identificar o tratar tales factores de
riesgo modificables al comienzo de la adultez y en la mediana edad
podría resultar en la pérdida de oportunidades para reducir la
incidencia de insuficiencia cardiaca más adelante". Los hallazgos del estudio aparecen en la edición de noviembre de Hypertension. El
Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de
California en Los Ángeles, apuntó que concuerda en que mantener tanto
el peso como la presión arterial bajos ayudará a evitar los problemas
de la insuficiencia cardiaca. "El riesgo para toda la vida de
desarrollar insuficiencia cardiaca tanto en hombres como en mujeres es
de uno en cinco", apuntó Fonarow. "Sin embargo, la insuficiencia
cardiaca puede prevenirse y hay una variedad de factores de riesgo
modificables para la insuficiencia cardiaca, lo que incluye la
hipertensión, la obesidad y la diabetes. Mantener una presión arterial y un peso corporal sanos es esencial para reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca", aseguró. El
otro estudio encontró que menos del 20 por ciento de los pacientes
buscan rehabilitación cardiaca después de un ataque cardiaco o de una
cirugía de bypass coronario. "Se ha mostrado en muchos ensayos
que la rehabilitación cardiaca reduce el riesgo de nuevos eventos
coronarios, rehospitalización y mortalidad. La ventaja principal de la
rehabilitación cardiaca es la reducción en la mortalidad", apuntó el
líder del estudio, el Dr. Jose A. Suaya, catedrático y científico de la
Escuela Heller de los Institutos Schneider de políticas sanitarias de
la Universidad Brandeis, de Waltham, Massachusetts. Suaya señaló
que la rehabilitación cardiaca también mejora la capacidad funcional.
"Los pacientes pueden caminar más sin dolor y mejorar su calidad de
vida", dijo. Para el estudio, el grupo de Suaya recolectó datos
sobre 267,427 hombres y mujeres a partir de los 65 años que habían
sobrevivido a un ataque cardiaco o a una cirugía de bypass. Los datos
provinieron de registros de solicitudes de reembolso de Medicare de
1997. En el año siguiente al alta hospitalaria, sólo el 18.7 por
ciento de los pacientes se sometieron al menos a una sesión de
rehabilitación cardiaca. Los pacientes que se sometieron a cirugía de
bypass eran más propensos a buscar rehabilitación (31 por ciento) en
comparación con los pacientes de ataque cardiaco (13.9 por ciento). Más
hombres se sometieron a rehabilitación cardiaca (el 22.1 por ciento)
que mujeres (el 14.3 por ciento). La edad también tuvo que ver y los
pacientes entre los 75 y 85 eran menos propensos a acudir a la
rehabilitación, según encontraron los investigadores. Además,
los pacientes de otras afecciones médicas, como diabetes, un accidente
cerebrovascular anterior, insuficiencia cardiaca congestiva o cáncer
eran significativamente menos propensos a buscar rehabilitación
cardiaca, según encontró el grupo de Suaya. Los resultados del estudio aparecen en la edición del 9 de octubre de la revista Circulation. Hay muchos motivos por los que los pacientes no buscan rehabilitación, apuntaron los investigadores. "Muchos
médicos podrían mostrarse reacios a remitir a sus pacientes a
rehabilitación cardiaca", afirmó Donald S. Shepard, coautor del estudio
y profesor de investigación de la Escuela Heller de la Brandeis.
"Además, los pacientes podrían no saber ni preguntar al respecto". Shephard
también anotó que muchas instituciones médicas no promueven el
servicio, que por lo general incluye ejercicio y consejos sobre la
dieta. "No es glamoroso y, según los datos que tenemos, tampoco es muy
rentable", dijo. Para la gente también podría ser difícil llegar
a los centros de rehabilitación, señaló Shepard. "Uno de los hallazgos
del estudio fue que a mayor cercanía, más probabilidad de usar el
servicio", aclaró. "El tiempo y el costo del desplazamiento reducen el
uso del servicio". Fonarow afirmó que "hay que hacer más para
asegurarse de que los pacientes elegibles se inscriban efectivamente en
la rehabilitación cardiaca supervisada. El programa 'Get With The
Guidelines' (Cumpliendo directrices) de la American Heart Association
es un ejemplo de una iniciativa altamente exitosa para mejorar las
remisiones a la rehabilitación cardiaca tras la hospitalización por un
evento cardiovascular o cirugía". Más información Para más información sobre la salud del corazón, visite la American Heart Association.
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