Hace tiempo (desde 2005) que está sobre la mesa el compromiso de lograr en 2010 el acceso universal a la terapia antisida. Hace tiempo también que los expertos y los organismos implicados en este objetivo saben que no podrán cumplirlo. Según el último informe de ONUSIDA sobre el tema, se necesitarían entre 32.000 y 51.000 millones de dólares (de 22.500 a 36.000 millones de euros), pero al ritmo de crecimiento actual se llegará como mucho a 15.400 millones de dólares (10.800 millones de euros).
El informe elaborado por la Agencia de la ONU contra el sida (ONUSIDA),
que analiza los recursos necesarios para financiar la respuesta contra
el VIH, subraya que el dinero ha crecido exponencialmente en la última
década: de 300 millones de dólares (algo más de 200 millones de euros)
en 1996 a 10.000 (unos 7.000 millones de euros) en 2007. Sin embargo,
no es suficiente.
"A pesar de que el dinero destinado a la lucha contra el sida ha aumentado, la brecha entre los recursos disponibles y los que se necesitan para alcanzar el acceso universal se ensanchará en los próximos años
si las tendencias actuales continúan", afirma el documento de ONUSIDA,
que ha publicado los nuevos datos con motivo de la Conferencia Mundial
de Donantes del Fondo Global, que se celebra en Berlín.
Según el informe, la elevada cantidad de dinero que se requiere para cumplir este objetivo es un reflejo del fracaso de todos los países a la hora de responder a la epidemia
antes de que adquiriera las dimensiones actuales. La poca implicación
inicial de los países ha contribuido a que el sida afecte ya a 40
millones de personas en todo el mundo y a que en más de 20 años el VIH
haya reducido la esperanza de vida en muchos países.
Las estimaciones del informe han calculado las necesidades de 132 países
(con recursos escasos o medios), basándose en los últimos datos
disponibles sobre el tipo de epidemia que padecen y de los objetivos
nacionales que han fijado. Los expertos de ONUSIDA han estimado con
detalle todos los recursos que harían falta no sólo para que el acceso
universal en 2010 fuera una realidad, sino también para evitar un gran
número de nuevos contagios. Las estimaciones económicas incluyen los costes relacionados con la prevención del VIH, el tratamiento, las ayudas a los huérfanos del sida y, por primera vez, respuestas como la circuncisión masculina.
Así, los programas contra el sida deberían alcanzar a 13 millones de
prostitutas, habría que realizar 2,5 millones de circuncisiones y
apoyar a 19 millones de huérfanos y niños vulnerables. Unos 1,8
millones de personas tendrían que recibir cuidados paliativos debido a
las infecciones oportunistas.
En cuanto al personal sanitario, con menos de 427.500 profesionales
no se podrá lograr el compromiso adquirido. Para que todos estos
recursos fueran eficaces, los esfuerzos deberían comenzar hoy mismo.
Programas personalizados
Además del acceso universal para 2010, el informe también analiza otros dos posibles escenarios.
Dadas las dificultades que plantea conseguir todo lo necesario para 2010, muchos países han decidido aplazar el objetivo del acceso universal a 2015.
Este escenario plantea que cada país va alcanzando el reto a su ritmo,
pero todos antes de que finalice este plazo. Para lograrlo en 2015, la
cantidad necesaria de dinero oscila entre los 41.000 y los 58.000
millones de dólares (29.000 y 41.000 millones de euros).
Un tercer escenario planteado por el informe es el aumento de los
fondos al ritmo que se está haciendo actualmente. En ese caso, se
necesitarían entre 14.000 y 18.000 millones de dólares (entre 10.000 y
12.700 millones de euros), con los que se conseguiría dar tratamiento a
ocho millones de personas en 2015. El plan de acceso universal aspiraba
a dar tratamiento a 14 millones en 2010.
Ante estas proyecciones, ONUSIDA indica que es evidente que los 7.000 millones de euros disponibles en 2007 son una cifra claramente insuficiente.
El informe destaca que "estas predicciones económicas a largo plazo
son fundamentales para maximizar los progresos hacia el acceso
universal". Entre los países que han progresado más en la lucha contra
el sida, la organización destaca a Brasil y Botsuana y también menciona
a Kenia, Etiopía y Sudáfrica.
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