Investigadores hallaron que los hijos de madres con un elevado índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo o una gran circunferencia del brazo al final del embarazo, tenían más grasa corporal a los 9 años que el resto de los chicos de esa misma edad.
No obstante, los kilos que había engordado una mujer
durante el embarazo no tenían efecto sobre la cantidad de grasa
corporal del niño. Tanto el IMC, que es la relación entre el peso y la
estatura que se usa para determinar si una persona tiene
sobrepeso o bajo peso, como la circunferencia del brazo son
indicadores de estado nutricional. Los resultados sugieren que el peso materno, en lugar de la
alimentación durante el embarazo, sería el factor que más
influye sobre la predisposición de un bebé a engordar. Sin embargo, "es posible también que nuestros resultados
surjan de factores genéticos que la madre le transmite al
niño", dijo a Reuters Health la doctora Catherine R. Gale, de
la University of Southampton, en Gran Bretaña. Mientras que la evidencia señala que la masa grasa de los
bebés al nacer aumenta si la madre tuvo sobrepeso durante el
embarazo, se desconoce si esta relación se mantiene en la
niñez. Para investigarlo, el equipo británico analizó a 216 niños
de 9 años cuyas madres habían participado en un estudio sobre
nutrición en el embarazo. En análisis ajustados para descartar la influencia de la
edad, el peso al nacer, el aumento del peso infantil, la
duración del amamantamiento, la altura materna, el tabaquismo y
la cantidad de kilos aumentados durante el embarazo, una mayor
circunferencia del brazo en el final de la gestación, la
cantidad de peso aumentado durante el embarazo y un mayor IMC
previo al embarazo fueron vaticinadores independientes de un
mayor IMC a los 9 años en niños y niñas. A medida que el tamaño del brazo aumentaba en el final del
embarazo, los investigadores hallaron un alza equivalente en la
grasa corporal de niños y niñas. La misma relación se observó entre el aumento del IMC
previo al embarazo y el crecimiento de la grasa corporal en
niños y niñas, según publicó en internet Journal of Clinical
Endocrinology and Metabolism. Gale señaló que "cada vez más mujeres tienen sobrepeso u
obesidad al inicio del embarazo, por lo que si la nutrición
excesiva en esa etapa tiene efectos permanentes sobre la grasa
corporal del bebé, tendría también efectos importantes sobre la
actual epidemia de obesidad infantil".
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