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Durante los últimos años se han puesto en España una
media de casi 8 millones de vacunas contra la gripe por temporada, lo
que supone un gasto de alrededor de 30 millones de euros, cifra que
coloca a España, con casi el 20% de la población inmunizada, a la
vanguardia de Europa en lo que atañe a grado de protección contra esta
enfermedad.
Los especialistas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica (SEPAR) recomiendan su aplicación a los grupos de riesgo: a las
personas de 65 años o más, a niños mayores de seis meses y adultos que
presenten una condición clínica especial que se agrave con la gripe o
sus complicaciones, por ejemplo, quienes padecen alguna enfermedad
crónica vascular o pulmonar, o enfermedades metabólicas crónicas.
También es recomendable que se vacunen contra la gripe quienes trabajen
o convivan en instituciones cerradas (hospitales, cuarteles, centros
geriátricos, etc.), a quienes tengan a su cuidado personas que
pertenezcan a alguno de los grupos de riesgo y quienes realizan trabajos
comunitarios esenciales como la policía o los bomberos. Asimismo, se
aconseja la inmunización a las mujeres embarazadas a partir de su
segundo trimestre y al personal sanitario. Actualmente, sólo el 30% del
personal sanitario se vacuna contra la gripe y este colectivo debe
protegerse para no resultar contagiado ni, a su vez, transmitir esta
enfermedad a sus pacientes.
¿Cómo afrontar la gripe?
Para el doctor José Gallardo Carrasco, adscrito al
área de trabajo de infecciones respiratorias de la SEPAR, la gripe es un
importante problema de salud dada la frecuencia de su aparición, sus
complicaciones en las personas que componen los grupos de riesgo y sus
repercusiones sociales en forma de absentismo laboral y escolar. “Por
ello –insiste- conviene atajarlo gracias a la campaña de
vacunación y siguiendo unos sencillos consejos para prevenirla: no
fumar, abrigarse bien y lavarse las manos con frecuencia”.
Por otro lado, recalca este especialista de SEPAR que el efecto
protector de las vacunas aparece a partir de las dos semanas, por lo que
no conviene dejar para demasiado tarde su aplicación. La época indicada
para vacunarse, según la recomendación de la OMS es entre los meses de
octubre y noviembre.
Por último, este especialista recomienda afrontar la nueva temporada de
gripe teniendo en cuenta que el virus se transmite directamente de
persona a personas (a través de las manos, la respiración, etc.), por lo
que cuando alguien resulta infectado, y la tos no se puede evitar,
conviene hacerlo protegiéndose la boca con la mano o con un pañuelo para
que los gérmenes no fluyan libremente al espacio circundante. Asimismo,
es oportuno que el paciente que ya haya desarrollado la enfermedad se
cuide para no transmitirla a los demás: se debe descansar, beber
abundantes líquidos, no fumar ni beber alcohol y tomar la medicación
prescrita por el médico. La gripe está causada por un virus, así que los
antibióticos ni mejoran sus síntomas ni aceleran su curación.
El Dr. Gallardo señala igualmente que lo peor de la gripe no es la
infección como tal, por muy inoportuna que resulte, sino las
complicaciones a que puede dar lugar. Algunas de ellas, como las
neumonías o la agudización de enfermedades pulmonares crónicas son las
responsables de que los hospitales tiendan a colapsarse en ciertas
fechas del invierno.
Actividad gripal 2006-2007
Entre septiembre de 2006 y enero de 2007 la actividad
gripal en el mundo fue baja comparada con el mismo periodo en los
últimos años. En Europa, los casos de gripe aumentaron en Escocia,
Grecia y España a final de diciembre de 2006 y en los países del sureste
europeo a mitad de enero de 2007; y decreció ya en la segunda semana de
marzo en todos los países.
En España, tras el aumento de casos experimentado en diciembre; la
segunda semana de enero de 2007 se volvió a registrar un considerable
aumento de la incidencia. Pero fue en la semana del 4 al 10 de febrero
cuando se alcanzó el mayor número de casos registrados: 258,99 casos por
cien mil habitantes, un valor mayor que el alcanzado en la temporada
anterior 205-2006. Tal y como informa la Red Nacional de Vigilancia
Epidemiológica, fue a partir de esta misma semana de febrero que empezó
a descender la actividad gripal y a mediados de marzo, todas las “redes
centinela” señalaron ya valores muy bajos de incidencia.
Composición de la vacuna 2007-2008
La gripe está causada por diversos virus. Cada uno de
los virus tiene diferentes subgrupos o cepas, de forma que cada año el
virus de la gripe cambia ligeramente. La vacuna trivalente recomendada
por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para ser usada en los
países del hemisferio norte contendrá las siguientes cepas: A/Salomon
Islands/2/2006 (H1N1) o análoga, A/Wisconsin/67/205 (H3N2) o análoga y
B/Malaysia/2506/2004 o análoga.
El efecto secundario más frecuente tras la administración de la vacuna
es escozor en el lugar de la inyección. Reacciones como fiebre, malestar
o dolores musculares también pueden aparecer y son más frecuentes en
niños menores de 12 años que se vacunan por primera vez.
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