El Senado aprobó ayer en general con los votos del Frente Amplio el
proyecto de ley de reforma del sistema sanitario y la implementación
del Sistema Nacional Integrado de Salud. El debate comenzó a la hora 10
y se prolongó -con algunas interrupciones- hasta la medianoche. La
próxima semana se aprobará artículo por artículo.
El cuerpo escuchó un informe de la senadora socialista Mónica Xavier,
que actuó como informante por la mayoría. Xavier destacó los aspectos
de la iniciativa, en particular las modificaciones de última hora que
le introdujo el Poder Ejecutivo.
En sucesivas intervenciones, Éber Da Rosa (Alianza Nacional) e Isaac
Alfie (Lista 15) adelantaron que no votarían el proyecto. Uno de los
cuestionamientos coincidentes fue el aumento del aporte del trabajador
para financiar el nuevo sistema que, dijeron, se concentra sobre el
mismo sector de contribuyentes al que más afecta la reforma tributaria.
En su informe, Da Rosa recordó que el Partido Nacional coincide en
el diagnóstico de la situación de la salud pero que a la vez se tiene
discrepancias sobre los mecanismos utilizados para el nuevo sistema.
Apoyó una reforma del sistema de salud a través de un proceso gradual,
expresó sus coincidencias en la necesidad de un nuevo modelo de
gestión. Además, Da Rosa destacó que un sistema de salud debe
caracterizarse "por la libertad de elección del usuario", por lo cual
afirmó que para su partido la organización del sistema "debe basarse en
la coordinación, y no en el peso del Estado".
"Cualquier reforma de la salud o de cualquier actividad del Estado
debe ser lo menos burocrática posible", apuntó Da Rosa. Así propuso que
en vez de una excesiva autoridad estatal y más organismos para ejercer
un control fuerte, "debería crearse una unidad reguladora".
Alfie, a su turno, habló de una actitud de "soberbia" del gobierno
por haber enviado pocas horas antes de la sesión del plenario una serie
de cambios en el proyecto. La variante que introdujo el Poder Ejecutivo
contiene 45 artículos modificados, 16 nuevos y 10 suprimidos, resumió
Alfie.
El senador dijo que esta reforma "está inspirada en sistemas
colectivistas totalitarios", y acotó, como los blancos, que el Partido
Colorado coincide con los objetivos del proyecto aunque no con su
contenido. "La ley tira la pelota para adelante. Como máximo, este
sistema incluirá a 1.350.000 personas en una ampliación de cobertura de
150.000, y deja a 2 millones de personas fuera del sistema. Este
proyecto grava solamente el salario, y no las rentas", dijo.
El diputado oficialista Carlos Gamou (MPP), que ocupó la banca de
Alberto Breccia, criticó los cuestionamientos de los partidos
tradicionales y recordó que "papá Estado" tuvo que asumir las
consecuencias del cierre de varias mutualistas, como Uruguay-España y
Oca Larghero. Destacó, además, que el nuevo sistema apunta a la
atención primaria de la salud, la que, dijo, había sido relegada en las
anteriores administraciones.
Igualdad en el sistema de salud en 2009
La reforma de la salud establece que "en forma progresiva" y antes
del 31 de diciembre de 2009 los servicios públicos administrados por
ASSE deberán adecuar sus prestaciones "a las exigidas a las restantes
instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud". Los
trabajadores que ganen por encima de 2,5 BPC ( $ 4.090 ) pagarán 6% si
tienen hijos menores o discapacitados a cargo y 4,5% si no tienen
dependientes. Si ganan menos de 2,5 BPS pagarán 3% tengan o no hijos o
discapacitados a su cargo.
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