Subida de la tensión, sensación de ahogo, taquicardias, opresión en el pecho... A veces, los síntomas de un ataque de pánico pueden confundirse a primera vista con los de un infarto.
Por eso, tras sufrir uno de
estos ataques repentinos, muchos son los pacientes que han acudido al
médico preocupados por la salud de su corazón. Tal vez no se hayan
equivocado.
Según un estudio realizado en mujeres
postmenopáusicas, padecer un ataque de pánico está directamente
relacionado con un aumento considerable en el riesgo cardiovascular.
Este trabajo, dirigido por investigadores del
Hospital General de Boston (EEUU), analizó los datos de más de 3.000
mujeres de edades comprendidas entre los 51 y los 83 años. Además de
tener en cuenta si las participantes eran fumadoras, hipertensas o
habían padecido episodios depresivos, los autores del estudio también
registraron, a través de cuestionarios personales, si las féminas
habían sufrido algún ataque de pánico en los últimos seis meses.
Después, se les realizó un seguimiento durante cinco años.
"Los ataques de pánico son relativamente comunes
entre las mujeres postmenopáusicas y parecen ser un factor de riesgo
cardiovascular independiente", explican los investigadores en su
trabajo.
"Nuestro estudio añade los ataques de pánico a la
lista de estados emocionales y síntomas psiquiátricos que se han
relacionado con un mayor riesgo cardiovascular y de muerte", añaden.
Aunque no han podido dilucidar el mecanismo que
intervienen en esta relación, los investigadores barajan varias
hipótesis. Entre otras causas, sugieren que la ansiedad podría
desarrollar procesos relacionados con la isquemia.
Los investigadores reconocen que su trabajo tiene
varias limitaciones, como el hecho de que las participantes hayan
rellenado los cuestionarios de forma personal, sin la intervención de
un profesional.
Sin embargo, y aunque reclaman posteriores
investigaciones sobre el tema, también sostienen que sus resultados
"sugieren que los ataques de pánico son un marcador relacionado con el
aumento en el riesgo de la morbilidad y mortalidad cardiovascular entre
mujeres posmenopáusicas".
"Las mujeres mayores con un historial reciente de
ataques de pánico representan un subgrupo de riesgo elevado de padecer
un infarto de miocardio o ictus, en el cual podría ser particularmente
importante la vigilancia médica y [las acciones] para la reducción del
riesgo cardiovascular", concluyen.