La compra estatal de medicamentos
para el VIH está siendo cuestionada por pacientes, profesionales y
laboratorios, argumentado que son en su mayoría copias de licencias
originales, cuya seguridad se desconoce. La licitación fue adjudicada
el pasado 26 de setiembre por la Unidad Centralizada de Adquisición de
Medicamentos y Afines del Estado (Ucamae), por un monto total de
3.500.000 dólares, y está destinada a todos los hospitales públicos del
país.
Los medicamentos en cuestión son una lista de antiretrovirales,
copias de licencias originales, fabricadas en la India e importadas en
Uruguay por los laboratorios ICU VITA, Servimedic y Richmond.
La oposición a la compra de los medicamentos ha sido planteada por
11 pacientes portadores de VIH, junto a laboratorios internacionales
(entre ellos Abbot, que se presentó a la licitación) y ocho médicos
miembros de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de
Medicina. El semanario Búsqueda señala este jueves que estos últimos
incluso han presentado una carta manifestando "gran preocupación" por
la decisión adoptada por el gobierno -con el aval del Ministerio de
Salud Pública- de comprar copias "sin la probada eficacia".
La carta presentada agrega que la decisión ha sido adoptada "con
total presidencia de la salud de los pacientes", y los médicos señalan
que los "expone" en su responsabilidad como profesionales.
La abogada que representa a los pacientes con VIH, Silvana Vila,
explicó a Índice 810 los argumentos manejados en el recurso de
revocación contra la resolución dictada por Ucamae, que giran en torno
a la falta de bases técnicas para realizar la compra. Los medicamentos
pueden causar problemas secundarios a la salud de estas personas.
"Esos medicamentos no tienen estudios de eficacia, de
biodisponibilidad y equivalencia, que son obligatorios en el mundo. Si
bien todavía no son obligatorios ahora es la obligación del Estado
saber qué es lo que le da a sus pacientes. Por tanto, esas copias no
logran su eficacia. Así lo argumentan médicos y (...) técnicos en esto
que no fueron consultados sobre esta adjudicación. Se eligen sin ningún
tipo de base terapéutica esas copias. Por lo tanto, no se sabe qué
efectos adversos pueden tener sobre sus pacientes", expresó Vila.
La compra de medicamentos que son copias de originales no es un
fenómeno nuevo, pero en este caso se reclama que no hay pruebas
realizadas a pacientes, por lo que se desconoce si pueden generar
efectos adversos.
Vila explicó que estas copias son medicamentos nuevos y nunca fueron
suministrados a pacientes. "La diferencia del planteo que estoy
haciendo ahora es que hay sólo un 20% de originales y de esos
originales hay dos que son pediátricos. O sea, ellos se tratan con
originales ahora y la diferencia es que estas copias (no tienen) ningún
examen de biodisponibilidad. Lo que hace el laboratorio es solamente
revisar si tiene principio activo. No se revisan excipientes y no se
revisa el proceso de elaboración. Por lo tanto, si pudieran tener
efectos adversos no lo saben. Hay un desconocimiento hasta de los
médicos, porque son medicamentos nuevos esas copias, que no se han
tratado con los pacientes".
La abogada informó que Ucamae les ha informado que no suspenderá la
adjudicación de los medicamentos por razones de urgencia, ante lo cual
los pacientes analizarán otros medios para plantear sus argumentos.
La polémica ya está instalada. Se dice que hay una reglamentación
que ha sacado el Ministerio de Salud Pública que afirma que a partir
del año que viene la nueva compra de medicamentos exigirá que estén
probados en humanos pero en el caso de aquellos ya registrados eso
pasaría recién para 2009, por lo que en esa lista entrarían estos
nuevos medicamentos que ganaron la licitación para la atención de los
pacientes con VHI-SIDA, según informó Búsqueda.
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