Un científico estadounidense fabricó un cromosoma sintético que podría ser el primer paso en la creación de una forma de vida artificial. Así lo anunció el biólogo Craig Venter, uno de los pioneros en decodificar el genoma humano y director del Venter Institute de San Diego, California: "Este hito supondría un paso filosófico muy importante en la historia de las especies. Vamos a pasar a leer nuestro código genético a poder escribirlo. Eso nos da la capacidad hipotética de hacer cosas que nunca antes hemos imaginado".
Consultada por la agencia AFP, la portavoz del Venter Institute, Heather Kowalski,
no confirmó el descubrimiento. Sin embargo, se presume que Venter hará
público su descubrimiento en la reunión anual que su instituto
realizará mañana, ya que la información ya trascendió a partir de
declaraciones del científico al diario británico The Guardian. Según la
publicación, Venter coordina un equipo de 20 científicos de renombre
(liderados por el norteamericano Hamilton Smith) que logró lo que nunca
nadie hasta ahora.
Con técnicas de laboratorio, estos expertos
consiguieron construir un cromosoma sintético de 381 genes de largo y
que contiene unas 580.000 parejas bases del código genético. La
secuencia de ADN se basa en la bacteria Mycoplasma Genitalium, la cual
fue reducida a los elementos básicos para darle vida. Bautizada como "Mycoplasma Laboratorium",
fue transplantada a una célula bacteriana viva. En el final del
proceso, Venter y sus colaboradores esperan que el cromosoma controle
dicha célula y así se convierta en una nueva forma de vida.
En sus declaraciones a The Guardian,
el científico reconoció estar "convencido al 100 %" de que la misma
técnica funcionaría para el cromosoma creado de forma artificial. Esa
nueva forma de vida dependerá de su capacidad para duplicarse a sí
misma y metabolizarse en la maquinaria molecular de la célula en la que
fue insertada. Sin embargo, el diario añade que el ADN de ésta será
artificial. En definitiva, es el ADN el que controla a la célula.
Pese al rechazo y dudas sobre la importancia que
el hallazgo generó en otros científicos, Venter consideró que los
genomas de diseño tienen un potencial positivo enorme si se emplean de
forma adecuada. A largo plazo, a su entender, podrían llevar a
descubrir fuentes alternativas de energía.
The Guardian también consultó a Pat Mooney,
director de la organización canadiense de bioética Etc Group, que
presiona en la ONU y otros foros internacionales para regular el
desarrollo de microbios sintéticos.
"Vender está creando el tejido sobre el cual será
posible construir casi cualquier cosa. Esto puede realizar su
contribución a la humanidad. Por ejemplo, el descubrimiento de nuevos
medicamentos. O constituir una amenaza, como la fabricación de armas
biológicas", opinó Mooney.
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