De todos es sabido que los gritos, las peleas y los conflictos constantes ponen en riesgo a la más sólida de las parejas y pueden acabar rompiendo más de un corazón.
Por si alguno aún lo dudaba, un estudio científico acaba de
confirmarlo. Literalmente. Según este trabajo, las personas que
mantienen una relación tormentosa tienen más posibilidades de padecer
una enfermedad cardiovascular.
Para llevar a cabo esta investigación, publicada en el último número
de la revista 'Archives of Internal Medicine', un equipo de científicos
británicos dirigidos por el especialista Roberto de Vogli analizó el
caso de más de 9.000 individuos, quienes completaron un cuestionario sobre los aspectos negativos de sus relaciones más íntimas.
Entre otras cosas, los participantes tuvieron que aportar datos
sobre el apoyo mutuo, la confianza, los intereses compartidos o la
reciprocidad de la relación.
Además, los investigadores también midieron otras variables como la
edad, el sexo, el tipo de ocupación laboral o si los individuos se
habían divorciado o separado en los últimos meses.
Después, siguieron la evolución de cada paciente durante más de 12 años para comprobar si desarrollaban algún problema de salud y, especialmente, si padecían algún evento cardiovascular.
Más conflictos, más enfermedades
De los 8.499 individuos que no presentaban un problema cardiovascular en el momento de iniciar el estudio, 589 sufrieron algún trastorno en su corazón durante el seguimiento.
Después de tener en cuenta otros factores que podrían interferir y
provocar un aumento en el riesgo cardiovascular, los científicos
hallaron que aquellos que presentaban problemas en sus
relaciones más íntimas tenían un 34% más de posibilidades de
desarrollar una enfermedad coronaria que el resto de sus compañeros.
"Los resultados de nuestro estudio indican que las interacciones
negativas en las relaciones más estrechas incremental el riesgo de
incidencia de una enfermedad cardiovascular. El efecto es independiente
de cualquier característica sociodemográfica, factores biológicos o
psicosociales o comportamientos relacionados con la salud", comentan
los autores en su trabajo.
El poder de las emociones
"Es posible que los aspectos negativos de las relaciones íntimas
sean más importantes para la salud de los debido al poder de estas
relaciones negativas para activar emociones fuertes, como la
preocupación o la ansiedad y sus efectos fisiológicos consecuentes",
explican.
De este modo, según aclaran, sus hallazgos apoyarían parcialmente la
hipótesis de que "las emociones negativas podrían mediar entre las
relaciones conflictivas y el desarrollo de una enfermedad
cardiovascular".
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