Un estudio estadounidense halla que en comparación con las mujeres de presión arterial baja, las hipertensas tienen una probabilidad tres veces mayor de desarrollar diabetes tipo 2.
La relación entre la hipertensión y el riesgo
de diabetes era independiente de factores de riesgo conocidos que
aumentan las probabilidades de padecer diabetes y enfermedades
cardiovasculares, apuntaron los investigadores del Hospital Brigham and
Women's, la Facultad de medicina de Harvard y la Facultad de salud
pública de Harvard. Según la información que aparece en la edición del 9 de octubre del European Heart Journal,
el equipo hizo seguimiento a 38,000 profesionales de salud de sexo
femenino durante más de 10 años. Al comienzo del estudio, las mujeres
(todas libres de diabetes y enfermedad cardiovascular) fueron divididas
en cuatro grupos según su presión sanguínea: presión óptima, por debajo
de 120 mm/Hg sistólica, 75 mm/Hg diastólica; normal, 120-129 mm/Hg
sistólica, 75-84 mm/Hg diastólica; normal-alta, 130-139 mm/Hg
sistólica, 85-89 mm/Hg diastólica; e hipertensión, al menos 140 mm/Hg
sistólica, 90 mm/Hg diastólica, y/o haber tenido un historial de
hipertensión o tratamiento de la afección. Después de 10 años,
el 9.4 por ciento de las mujeres del grupo de hipertensión había
desarrollado diabetes tipo 2, en comparación con el 5.7 por ciento del
grupo de presión normal alta, el 2.9 por ciento del grupo de presión
normal y el 1.4 por ciento del grupo de presión óptima. Tras
ajustar varios factores como la edad, el tabaquismo, el consumo de
alcohol, el índice de masa corporal, el ejercicio y el historial
familiar de diabetes, los investigadores concluyeron que las mujeres
hipertensas todavía tenían un riesgo tres veces mayor de desarrollar
diabetes en comparación con las mujeres que tenían una presión óptima. "Encontramos
que la obesidad era también un factor de riesgo fuerte e independiente
para el desarrollo de la diabetes tipo 2. Sin embargo, el análisis
estadístico mostró que la relación entre la presión sanguínea y la
aparición de la diabetes tipo 2 era similar entre las mujeres que
tenían un peso normal, sobrepeso o que eran obesas. El incremento en el
riesgo se triplicó desde la categoría de presión sanguínea más alta
hasta la más baja para las tres categorías de peso. Este análisis
mostró que la relación entre la presión sanguínea y la diabetes no se
explicada solamente por el peso", dijo en una declaración preparada el
autor principal, el Dr. David Conen, cardiólogo y becario de
investigación. Conen y sus colegas sugirieron que un posible
mecanismo responsable de la relación entre la presión sanguínea y la
diabetes podría ser la disfunción endotelial, la interrupción de
procesos bioquímicos normales llevados a cabo por las células que
recubren la pared interna de los vasos sanguíneos. "Podría ser
un precursor de la hipertensión y la diabetes", dijo Conen. "Por tanto,
la progresión de la disfunción endotelial podría causar el
empeoramiento de la presión sanguínea y de la glucosa en sangre. Este
hallazgo está en sintonía con el hecho de que tanto la presión
sanguínea como la glucosa en sangre ocurren al mismo tiempo como parte
del síndrome metabólico", una combinación de problemas de salud que
aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes.
|