Ya sea por parto natural o por cesárea, los chicos nacen igual. Pero
ante el aumento de la proporción de los partos por cesárea registrado
durante los últimos diez años en la Argentina –y en el mundo– vale
preguntarse: de no mediar una indicación médica precisa para recurrir a
una cesárea, ¿es lo mismo que un parto natural?
Un reciente y amplio estudio realizado en la Argentina da una respuesta
contundente a ese interrogante. “Los bebes que nacieron por vía vaginal
tuvieron una tasa significativamente menor de complicaciones que los
bebes nacidos por cesárea”, dijo a La Nacion el doctor José María
Ceriani Cernadas, consultor del Servicio de Neonatología del Hospital
Italiano y autor de la investigación que comparó las tasas de
complicaciones perinatales de más de 2200 partos.
Además, las cesáreas que se efectuaron antes de la semana 39
del embarazo presentaron un mayor riesgo de complicaciones para el
recién nacido que las que se efectuaron a partir de esa semana, revela
el estudio, cuyos resultados fueron presentados en el IX Congreso
Argentino de Perinatología, que se realizó esta semana en la ciudad de
Buenos Aires.
“Este estudio muestra que una cesárea no es equivalente a un
parto vaginal”, sostuvo el doctor Carlos Fustiñana, que presidió el
citado congreso de perinatología.
"La gran diferencia fue que los bebes que nacieron por cesárea
tuvieron casi el doble [más del 40%] de trastornos, principalmente
respiratorios, que obligaron a que los bebes fueran internados con
oxígeno en terapia intensiva -precisó el doctor Ceriani Cernadas-.
Aunque la evolución de estos bebes fue satisfactoria, fueron 2 o 3 días
de internación en terapia intensiva."
"Y si bien esa dependencia del oxígeno inicial no modifica el
pronóstico del bebe, la internación interfiere con la relación entre la
madre y su hijo recién nacido", agregó el doctor Fustiñana.
Cultura, presión y apuro
"La inquietud que motivó el estudio tenía ya un tiempo, y
fue desarrollándose a medida que se iba produciendo un incremento
progresivo de la realización de la operación cesárea, que se volvió más
notable en los últimos diez años", comentó el doctor Ceriani Cernadas.
En su lugar de trabajo, el Hospital Italiano, el porcentaje de
cesáreas pasó del 15% a principios de los ochenta a cerca del 50% en la
actualidad.
En la Argentina, el porcentaje de cesáreas varía notablemente
entre el ámbito privado y el público: así, hay maternidades y
hospitales públicos con tasas de cesáreas que rondan el 20 o el 25%,
mientras que en algunos sanatorios privados esa cifra puede ser tan
alta como el 70 o el 80 por ciento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el porcentaje
de indicaciones médicas válidas para una cesárea no debería representar
más de un 15% del total de los partos.
¿Qué es lo que impulsa este crecimiento? "Las causas son muy
complejas -respondió Ceriani Cernadas-. Son, por ejemplo, el temor cada
vez mayor a las demandas legales [mala praxis] y los cambios en la
medicina, que se hace muy rápida, como vive la gente. No hay mucho
tiempo para esperar el trabajo de parto por muchas horas y los
honorarios en los hospitales privados son bajos para la
responsabilidad, que es mucha."
"Esto no sólo ocurre en la Argentina, sino en todo el mundo
-agregó el doctor Gustavo Leguizamón, jefe de la Unidad de Embarazo de
Alto Riesgo del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas
(Cemic)-, y las causas, sí, son mutlifactoriales: hay un porcentaje más
alto de embarazos múltiples asociado a los tratamientos de
fertilización asistida; hay algo cultural también, que es una diferente
percepción de la mujer de su cuerpo y del dolor, que hace que piense
que la cesárea es una forma de proteger su cuerpo."
"Y, por supuesto, también está la industria del juicio: hoy en
día un resultado neonatal adverso después de un parto a veces es
utilizado por esta industria y eso crea una presión sobre el médico",
agregó el investigador.
38 v. 39
Un dato interesante -y útil- que aporta el estudio del
Hospital Italiano es la significativa diferencia entre el porcentaje de
complicaciones de los bebes nacidos por cesárea según el momento de la
gestación en que se realiza esa operación.
"Nuestro estudio mostró que la morbilidad neonatal [presencia
de complicaciones] ocurre sobre todo cuando las cesáreas se realizan en
las semanas 37 y 38 de la gestación -comentó el doctor Ceriani
Cernadas-. Si la tasa de cesáreas va a seguir siendo tan alta como lo
es actualmente, lo ideal es que al menos esa operación se realice en
las semanas 39 o 40, cuando el bebe está más maduro."
Lo observado en este estudio coincide con trabajos científicos
previos. Tanto es así que, como comentó el doctor Leguizamón, "el
Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, de los Estados Unidos,
recomienda que la cesárea se realice una vez cumplida la semana 39 del
embarazo, ya que entonces casi no hay complicaciones respiratorias
asociadas a la prematurez".
"El problema -agregó el doctor Leguizamón- es que muchas veces
la cesárea se realiza antes, y es entonces cuando se observa el aumento
de la morbilidad."
¿Por qué no se espera hasta la semana 39? "Tal vez no sea una
indicación muy difundida -sugirió Leguizamón-. O tal vez porque los
libros de estudio dicen que la prematurez es cuando el bebe tiene menos
de 37 semanas. Pero cuando uno ve la evidencia de complicaciones
neonatales no quedan dudas de que no es suficiente llegar a la semana
37, sino que lo ideal es llegar a la semana 39."
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