La exposición prenatal a la cocaína tendría un efecto duradero sobre el crecimiento infantil, sugirió un nuevo estudio.
En un seguimiento de 224 niños desde el nacimiento hasta
los 10 años, los investigadores hallaron que los hijos de
mujeres que habían consumido cocaína durante el primer
trimestre tendían a crecer más lentamente que el resto. Esos niños, en promedio, eran más bajos, pesaban menos y
tenían una circunferencia de cabeza más pequeña que el resto de
los chicos a los 10 años, publicaron los investigadores en la
revista Pediatrics. Estudios previos relacionaron la exposición prenatal a la
cocaína con varios retrasos del crecimiento y problemas de
conducta en la infancia. Algunos estudios, aunque no todos, hallaron también que la
exposición a la droga retrasaría el desarrollo, aunque se
desconocen los efectos a largo plazo. En el nuevo estudio, el equipo dirigido por Gale A.
Richardson, de la Escuela de Medicina de la University of
Pittsburgh, incluyó a mujeres que asistían a una clínica de
atención prenatal. Los autores entrevistaron a las mujeres sobre el consumo de
drogas, alcohol y tabaco antes del embarazo y durante el primer
trimestre de gestación. Todas las mujeres que dijeron que habían consumido cocaína
durante el primer trimestre participaron del estudio, como así
también un grupo de comparación de mujeres que no habían
consumido la droga. Durante la siguiente década, el equipo controló el
crecimiento de los niños a 1, 3, 7 y 10 años de edad. En general, el equipo halló que los niños que habían sido
expuestos a la cocaína en el vientre materno eran más pequeños
a los 7 y a los 10 años. Dado que los investigadores pudieron considerar otros
factores, como el tabaquismo, el consumo de otras drogas y la
altura maternal, los resultados sugieren que la exposición
temprana a la cocaína, por sí sola, es la causa del retraso del
crecimiento a largo plazo. "Es un indicador de que esta droga tiene un efecto
teratogénico", resumió Richardson. Los efectos teratogénicos
son alteraciones del desarrollo fetal normal. Aunque ninguno de los chicos que habían sido expuestos a la
cocaína durante el embarazo tenía un retraso del desarrollo
visible o grave, señaló Richardson, la diferencia entre ambos
grupos de niños fue significativa. El retraso del crecimiento puede provocar problemas de
desarrollo. La circunferencia de la cabeza, explicó Richardson,
se relaciona con el tamaño del cerebro y puede ser un indicador
indirecto de retraso en el desarrollo. Algunos estudios previos hallaron que los niños expuestos a
la cocaína en el embarazo tienden a padecer deficiencias en
ciertas funciones mentales, como el lenguaje y la atención. Richardson informó que el equipo continúa el seguimiento a
esta cohorte infantil para analizar si el efecto de la
exposición prenatal a la cocaína sobre el desarrollo continúa
en la adolescencia. Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |