Una cura para la depresión llamada terapia
cognitivo-conductual terminaría con el riesgo de pensamientos y
conductas suicidas relacionadas con el consumo de antidepresivos, según
el mayor estudio realizado hasta ahora sobre el tratamiento de la
depresión en la adolescencia.
El estudio, en el que un grupo de
investigadores estadounidenses siguió durante un año a más de 600
adolescentes tratados por depresión crónica, demostró que cuatro de
cada cinco se habían recuperado por completo o casi completamente
cuando recibieron durante nueve meses medicación, psicoterapia o una
combinación de ambas.
Los pacientes que tomaron
antidepresivos mostraron signos significativos de mejoría seis semanas
antes que los que sólo habían recibido psicoterapia, pero tuvieron el
doble de posibilidades de tener sentimientos suicidas repentinos. La
combinación de ambas terapias, según los autores, aceleró la
recuperación y los protegió de impulsos suicidas repentinos.
Un debate de años
Durante años, los expertos debatieron sobre los riesgos en los niños y
los adolescentes que toman antidepresivos como el Prozac y el Paxil.
En 2004, las agencias reguladoras de medicamentos solicitaron que todos
los prospectos de los antidepresivos llevasen advertencias lo
suficientemente destacadas como para advertir que los fármacos podían
provocar pensamientos y conductas suicidas en los pacientes jóvenes.
Esa relación, que muchos psiquiatras consideran desproporcionada,
asustó a los padres de muchos pacientes que podían haberse beneficiado
con el tratamiento con esas drogas.
En el nuevo estudio
realizado por científicos de la Universidad de Duke (EE.UU.), los
antidepresivos disminuyeron en los participantes el peligro de
pensamientos y acciones suicidas, pero lo hicieron de manera
significativamente menor que la psicoterapia.
"Lo que muestra
este estudio en forma convincente y por primera vez es que hay muy
buenas opciones para un niño que, se cree, está en peligro de tener un
pensamiento suicida", afirmó Kevin Stark, psicólogo de la Universidad
de Texas, que no participó en la investigación.
"Con el
tiempo -agregó-, las terapias psicosociales funcionan por sí mismas.
Pero también ayudan a prevenir la reincidencia y esto muestra que
pueden ayudar a que los tratamientos farmacológicos sean más seguros."
Deprimidos
En 1999, los investigadores reclutaron a 654 jóvenes de entre 12 a 17
años con depresión moderada a grave durante un año o más.
Al
azar, se les asignó el tratamiento con Prozac, sesiones de terapia
cognitivo-conductual de una hora semanal; pastillas con placebo, o una
combinación de Prozac y psicoterapia.
Luego de 12 semanas,
alrededor de tres de cada cuatro de los pacientes que habían recibido
psicoterapia y medicación estaban "mucho mejor" o "muchísimo mejor" que
el resto, mientras que dos tercios de los que sólo tomaron el
antidepresivo estaban "más o menos igual". La psicoterapia sola no dio
mejor resultado que el placebo.
A los cuatro meses, alrededor
de dos tercios de los que recibieron cualquiera de los tratamientos
habían mejorado mucho, una respuesta significativamente mejor que la
habitual al placebo.
A los nueve meses, 8 de cada 10
adolescentes habían terminado con su depresión, por completo o casi
completamente, sin importar el tratamiento utilizado.
La
psicoterapia fue una alternativa más segura. Casi el 15% de los
pacientes que tomaron Prozac informaron lo que se describe como
"situaciones suicidas", en su mayoría conversaciones y pensamientos tan
alarmantes que los médicos llamaban a los pacientes para mantener
contacto y hasta alteraron las dosis.
Las tasas de ese tipo
de situaciones en el grupo tratado con terapia cognitivo-conductual fue
del 6 por ciento. Los resultados de la terapia combinada fueron
aproximadamente los mismos.
"El mensaje es que la medicación
acelera la recuperación, que la terapia cognitiva protege contra las
malas reacciones, pero que la combinación de ambas es la mejor opción",
aseguró el autor principal del estudio, doctor John March, jefe del
Servicio de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Centro Médico de la
Universidad de Duke.
La psicoterapia promovió cambios en la
conducta, como lograr que los pacientes abandonaran la cama e hicieran
algo placentero, como jugar al básquet o ir a una fiesta. También se
les proporcionó terapia cognitiva, en la que se enseña a los pacientes
a rechazar suposiciones negativas como "Soy un perdedor" o "Nunca voy a
conseguir novia".
Los expertos aseguran que no es fácil
encontrar profesionales de la salud especializados en esta terapia
fuera de las grandes ciudades. Las técnicas utilizadas han tenido gran
difusión en manuales y libros, y el doctor March opinó que todo buen
terapeuta podría introducir esas técnicas en un plan de tratamiento.
"La estrategia -dijo- es ser un consumidor inteligente y elegir a un
terapeuta hábil que quiera trabajar con uno utilizando esos
métodos."
Traducción: María Elena Rey.
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