El
pasado 29 de septiembre, un grupo de 15 mujeres sobrevivientes del
cáncer de seno se enfrentó en una cancha de fútbol a un equipo
conformado por actrices, periodistas y modelos. El propósito del
encuentro deportivo no era otro que inaugurar la campaña “Déjate ver de
tu médico, que no senos olvide” promovida por la Liga Colombiana contra
el Cáncer. Una campaña que se sumó a las iniciativas de otros 50
países, que cada año aprovechan el mes de octubre para insistir en la
prevención de esta enfermedad que afecta a una de cada ocho mujeres a
lo largo de sus vidas.
Al encuentro fue invitado el 'Gato' Pérez, exfutbolista profesional,
para entrenar improvisadamente esta selección, pero también para
trasmitir un mensaje claro, y es que el cáncer de seno no es sólo una
cuestión de mujeres. "Padres, esposos y hermanos deben hacer parte de
esta cruzada y animar a las mujeres para que vayan al médico y sean
conscientes sobre la importancia de prevenir", comentó el futbolista.
Otro panorama
En Colombia no se conocen cifras confiables y oficiales sobre la
frecuencia de esta enfermedad. Para la Organización Mundial de la
Salud, el país se encuentra catalogado en el grupo de incidencia
intermedia, es decir, que a 34 de cada 100.000 mujeres se les
diagnostica cáncer de seno.
Pero el cáncer de seno es un problema mundial. En 2002, se calcula que
aparecieron 10 millones de casos nuevos en todo el planeta y para el
2003, sólo en Estados Unidos, se diagnosticaron 212.600 nuevos
canceres.
Aunque estos tumores siguen siendo el mayor enemigo para las mujeres,
entre todo el grupo de cánceres, tanto en Colombia como en los países
industrializados, en las últimas décadas la ciencia ha librado una
guerra frontal contra esta enfermedad y alcanzado algunas conquistas
revolucionarias. Un diagnóstico de cáncer de seno hoy ya no significa
lo mismo que hace 20 años.
Eso lo sabe mejor que nadie Eduardo de Jesús Torregrosa, uno de los
pocos cirujanos especializados en cáncer de seno en Colombia, asesor de
Profamilia, y que cada semana opera al menos cuatro mujeres amenazadas
por un tumor. En su memoria están grabadas las imágenes de las
pacientes que años atrás eran sometidas a mastectomías radicales
(cirugía en la que se amputa todo el seno) luego de un diagnóstico de
cáncer. Unas cirugías extremas que en su intento por extirpar un tumor,
acababan con la autoestima y la apariencia física de las pacientes.
“Antes la cirugía consistía en resacar y mutilar el seno, los músculos
pectorales y los ganglios. La diferencia es que hoy se puede resecar
el tumor y apenas una pequeña porción de seno. El cambio fue de
mastectomía mutilante, a conservación del seno. Eso es una gran cosa”,
comenta el doctor Torregrosa.
A los avances en cirugía hay que sumar las nuevas terapias con
medicamentos. La temible quimioterapia, con sus efectos indeseables
como la caída del cabello, el riesgo de infecciones, y el malestar
general que provocaba en las pacientes, poco a poco ha sido desplazada
por nuevas alternativas terapeúticas. Los especialistas hoy cuentan con
un novedoso arsenal antitumoral.
La hormonoterapia así como nuevos medicamentos se han convertido en una
solución novedosa para estas mujeres. “Ahora sabemos que la célula
tumoral expresa unas proteínas que se conocen como receptores
hormonales, y esos receptores hacen que la célula tumoral se alimente
de los estrógenos de la mujer provocando una reproducción acelerada de
estas célula. Con la hormonoterapia bloqueamos esos receptores y
frenamos el crecimiento del tumor”, explica Torregrosa y añade: “Eso ha
sido un cambio enorme. Revolucionario”.
Para los especialistas en cáncer también ha sido motivo de celebración
la aparición en el mercado de un medicamento conocido como trastuzumab.
Este medicamento, que interrumpe el ciclo de reproducción de las
células tumorales, ha estado por más de 20 años bajo investigación
médica. Sólo hasta hace tres años aparecieron los grandes estudios que
comprobaron sus efectos benéficos.
Una cuestión de tiempo
Estos tratamientos cambiaron sustancialmente la suerte de las mujeres
que enfrentan un diagnóstico de cáncer. Gracias a ellos, si el cáncer
se detecta en estado temprano la posibilidad de sobrevida a 5 y 10 años
es superior al 70%. Si es detectado en su primera etapa esa cifra
supera el 90%.
Desafortunadamente en Colombia alrededor del 70% de los cánceres de
mama no son detectados a tiempo y esa demora en el diagnóstico resta
posibilidades de éxito a los tratamientos, disminuyendo la tasa de
sobrevida de las mujeres a menos del 50%.
En Estados Unidos, por el contrario, más del 50% de los cánceres de
mama son detectados en las primeras etapas, multiplicando las
posibilidades de sobrevivir dramáticamente. La diferencia, según los
expertos, radica en los programas de prevención. En norteamérica, la
mamografía es obligatoria para todas las mujeres mayores de 50 años.
Aunque en Colombia las Empresas Promotoras de Salud (EPS) están
obligadas a ordenar a sus pacientes mayores de 50 años una mamografía
anual, el requisito no se cumple sistemáticamente. Muchas mujeres
tampoco saben que pueden exigirlas. Los efectos de ese descuido se ven
luego en las salas de cirugía.
Evitar que un cáncer de seno se convierta en una sentencia de muerte,
es según los espcialistas, una cuestión de prevención. Practicarse
periódicamente un autoexamen, consultar al menos una vez al año con un
especialista, y después de cumplir 50 años exigir una mamografía cada
año, son estrategias suficientes para no dejarse meter un gol.
Raquel García, a quien hace seis años le diagnosticaron un tumor en su
seno, este mes se sumó a la campaña de la Liga Colombiana contra el
Cáncer. Raquel es una de las sobrevivientes de esta enfermedad gracias
a una detección temprana y un tratamiento eficaz. “He conseguido una
vida normal después de los tratamientos. Tengo una hija de 17 años y lo
más importante es sacarla adelante. Después del cáncer soy más
espiritual y consciente de las cosas; también menos egoista y más
solidaria”, fue el testimonio de Raquel en la campaña de la Liga
Colombiana contra el Cáncer.
Una mamografía al año
Eduardo de Jesús Torregrosa es uno de los pocos médicos cirujanos
especialista en cáncer de seno del país. Solamente en el Instituto
Nacional de Cancerología, donde atiende una parte de su consulta, al
año se diagnostican 1.000 nuevos casos de cáncer de seno.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo para padecer cáncer de seno?
Las mujeres que tienen un familiar de primer grado, hermana o mama, con
cáncer de seno. Tener antecedentes de biopsia previa de cáncer in situ.
Un factor de riesgo importante es tener la primera menstruación antes
de los 11 años y la última después de los 55 años. Las mujeres que
tienen su primer hijo después de los 30 o que no tienen hijos también
tienen riesgo. Algunos otros son la obesidad y la terapia de reemplazo
hormonal.
¿Qué puede hacer una mujer que detecta uno o mas de estos factores?
Las mujeres deben hacerse su autoexamen desde los 20 años. Una vez al
año debe consultar con un especialista. Y después de los 50 años,
practicarse una mamografia cada año. Con esas tres estrategias es poco
provable que el cáncer no se detecte a tiempo.
¿Por qué en Colombia la tasa de sobrevida es menor que en otros países?
Hemos identificado dos problemas. Por un lado, la consulta tardía. Por
el otro, las pocas oportunidades de diagnóstico y de tratamiento. Una
mujer con Sisben tiene que cumplir una cantidad de pasos y esto hace
que entre el diagnóstico y el tratamiento el cáncer pasa de un estadío
a otro. Eso es un grave problema. Si la mujer consulta con un cáncer en
estadio temprano, el "síndrome de la autorización" retrasa el
tratamiento.
¿Los nuevos tratamientos contra el cáncer de seno están disponibles en Colombia?
El último tratamiento que se llama trastuzumab, es un anticuerpo que
evita que las células tumorales reciban la orden de replicarse. Ha sido
uno de los mas poderosos y produjo un impacto importante en la
sobrevida hasta de 18%. En Colombia se usa desde hace dos o tres años.
Ha sido fantástico. La limitación en nuestro país es el costo que puede
llegar hasta los 100 millones pesos para una sola paciente. Sin
embargo, las EPS están en la obligación de suministrarlo.
¿Cree que son suficientes los esfuerzos que se hacen en prevención en Colombia?
La campaña que ha hecho la Liga Colombiana contra el Cáncer es
importante. También los esfuerzos del Instituto Colombiano de
Cancerología. Cada vez mas mujeres que acuden temprano a consulta. Uno
de los obstáculos es que tenemos buenas campañas pero no hay acceso a
oportuniades de diagnostico y tratamiento para todas las mujeres. Se ha
demostrado que si no se hace algo en tres meses desde que aparece el
tumor, el pronóstico empeora. El cáncer de seno permanece un periodo de
tiempo sin producir sintomas. Es en ese periodo donde se deben ordenar
las mamografías.
Datos clave
Las probabilidades de desarrollar cáncer de mama aumentan a medida que la mujer envejece.
Los genes BRCA1 y BRCA2 aumentan el riesgo en gran medida.
Las mujeres que tienen antecedentes familiares de cáncer de mama o de ovario deben realizarse pruebas periódicas.
La primera menstruación antes de los 12 años y la menopausia tardía
(después de los 55 años) son factores muy frecuentes, pero suelen tener
poca incidencia sobre el riesgo de padecer la enfermedad.
El primer signo suele ser un bulto que al tacto se nota diferente del
tejido mamario que lo rodea. Por lo general se siente con bordes
irregulares, duro y no duele al tocarlo. En ocasiones aparecen cambios
de color y tirantez en la piel de la zona afectada.
El dolor de mama no es un signo de cáncer, aunque el 10% de las pacientes suele presentarlo sin que se palpe ninguna masa.
Otros signos que pueden aparecer son: dolor o retracción del pezón,
irritación o hendiduras de la piel, inflamación de una parte del seno,
enrojecimiento o descamación de la piel o del pezón, secreción por el
pezón diferente a la leche materna.
En la actualidad la mejor lucha contra el cáncer de mama es la detección temprana del tumor.
Autoexamen según Profamilia
1. Párese frente a un espejo, gire el tronco hacia la derecha y hacia
la izquierda un par de veces e inspeccione ambos senos en busca de
hoyuelos, desviaciones del pezón o descamación de la piel alrededor del
pezón.
2. Ponga las manos detrás de la cabeza y haga presión, mueva los codos
hacia arriba, hacia adelante y fíjese si aparecen hundimientos o
abultamientos.
3. Con el mismo fin ponga las manos sobre la cadera, presione hacia abajo y hacia adentro.
4. Levante el brazo izquierdo y con la mano derecha examine su seno
izquierdo. Deslice los dedos de la mano en forma circular alrededor del
seno. No olvide palpar también el pezón, la areola y la axila. Realice
el mismo procedimiento en el seno derecho.
5. El examen culmina exprimiendo suavemente los pezones entre los dedos
índice y pulgar. Si durante este procedimiento detecta secreción en
alguno de sus senos, acuda al médico.
6. Los especialistas recomiendan realizar los pasos 4 y 5 acostada.
Colóquese boca arriba con una almohada o toalla doblada debajo de su
hombro. Levante el brazo y colóquelo sobre la cabeza. Con la mano
derecha palpe el seno izquierdo y viceversa.
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