Las separaciones familiares afectan a los adolescentes, que sufren altas tasas de problemas psicológicos y sociales, incluida la drogadicción, los trastornos conductuales, la ansiedad y la depresión, indicó un estudio publicado en la revista Pediatrics.

Asimismo, la angustia psicológica y social de los padres divorciados o separados puede influir demasiado en la respuesta de sus hijos adolescentes a la separación familiar, señaló el estudio.

"Lo más grave para los niños es la atmósfera de la separación y el deterioro de las relaciones familiares y no la separación en sí", dijo a Reuters Health la doctora Christelle Roustit, del Grupo de Investigación sobre los Determinantes Sociales de la Salud y la Atención Médica y de Universidad Pierre et Marie Curie, en París.

El equipo dirigido por Roustit entrevistó a 2.346 adolescentes, divididos por edades en grupos de 13 y de 16 años, que participaron en un estudio en Quebec, Canadá. Y 1.983 padres también respondieron la encuesta.

En general, el abuso de drogas, incluido el alcohol, era alrededor del doble en esos adolescentes que entre aquellos con familias bien constituidas. Sin embargo, en estos dos grupos, la tasa abuso fue mucho más alta en los de 16 años.

Las actitudes y los comportamientos de confrontación, como las peleas, los daños a la propiedad y el robo, aumentaban en ambos grupos etarios.

Si bien los investigadores observaron que el apoyo de los padres ayuda a mediar la relación entre la separación familiar y la angustia psicológica, no reducía la confrontación.

El nivel de depresión y ansiedad era demasiado alto en ambos grupos etarios. El riesgo de intentos suicidas, en especial, era tres o cuatro veces más alto en los de 13 años que en los de 16, dijo Roustit. Esto, sin embargo, cambiaba con el apoyo de los padres.

Las tasas más altas de angustia psicológica entre los padres estaban relacionadas con el de los adolescentes y con la actitud desafiante, de pelea, vandálica, de crueldad animal o delictiva, como el robo, pero no con el alcoholismo o la drogadicción de los jóvenes.

La angustia psicológica de los adolescentes de ambos grupos etarios estaba muy relacionada con presenciar violencia entre los padres.

Para los investigadores, la prevención de los trastornos adolescentes por problemas de adaptación durante la separación familiar se lograría con intervenciones legales que fomenten la mediación del divorcio y la custodia conjunta, como así también con planes sociales que ayuden a los niños y a las familias a readaptarse después de la separación.

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