El nuevo sistema de salud está demasiado volcado al sector público y
excluye a buena parte de los usuarios, que terminarán pagando más por
tiques y órdenes. Al menos así opina la oposición de una de las
reformas más importantes del gobierno.
El Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) fue debatido ayer en una
mesa redonda organizada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de
Empresa (ACDE), ante un buen número de delegados de las instituciones
médicas privadas.
El director general del Ministerio de Salud Pública, Daniel Olesker,
fue el encargado de cotejar argumentos con el ex ministro Carlos
Delpiazzo y el senador y ex ministro de Economía, Isaac Alfie, fuertes
críticos de la propuesta oficial.
Olesker anticipó que no deseaba polemizar sobre el sistema, y se
limitó a defenderlo describiendo sus características. Así, básicamente
explicó que la reforma contiene tres grandes cambios: uno es el modelo
de atención, que pasa a priorizar la atención primaria de salud, la
promoción de la salud y la prevención, donde afirmó que se resuelven
entre el 80% y 85% de los casos; un cambio de gestión, con más
eficiencia, con participación de los trabajadores, y un tercer cambio
en el modelo de funcionamiento.
Delpiazzo alertó que la creación del Sistema coarta "el principio de
libertad para los usuarios. Siempre el usuario fue libre en sus
opciones". Y agregó que "la Constitución establece claramente la
libertad, pero no está entre los principios que imperan en el sistema".
Olesker se defendió de algunas críticas recordando, por ejemplo, que
en el parlamento un proyecto de ley consagra la libertad de elección de
los usuarios.
"Libre elección no quiere decir que todos los días se transite por
donde le parezca a la persona", advirtió, sino usar los mecanismos de
información disponibles para considerar la oferta asistencial y regular
el movimiento dando un plazo para los cambios.
CRÍTICAS. La principal característica señalada por Delpiazzo es que
el SNIS muestra "un marcado fortalecimiento del sector público en
detrimento del sector privado". "Prácticamente desaparece la iniciativa
privada", apuntó el ex ministro.
Alfie, a continuación, fue a fondo: "No hay un sistema, ni es
nacional ni tampoco es integrado. No es un sistema porque no hay nada
armónico, nada orgánico salvo la Junta Nacional. No es nacional porque
deja fuera a jubilados, pensionistas, profesionales, amas de casa,
trabajadores independientes, desocupados, usuarios de Sanidad Militar y
Policial, empleados de las empresas públicas y de las intendencias.
Tampoco es integrado porque deja fuera al Hospital Militar, al Policial
y al Hospital de Clínicas, a las emergencias y a los seguros
parciales".
Alfie apuntó que los copagos -tickets y órdenes- encarecerán la
atención y afectarán a los usuarios. Este aspecto fue reconocido más
tarde por Olesker, que admitió que los copagos puedan ser "una
restricción" para muchas personas.
A modo de resumen, Olesker sostuvo que el sistema que se crea
asegura la salud en una institución de asistencia médica, y que en el
mismo hay dos componentes fundamentales: la capacidad financiera de las
personas y el equilibrio entre gastos e ingresos de la institución que
recibe al usuario. Por eso, subrayó que desde la perspectiva del
gobierno, la forma que estos factores se aseguren, es con un fondo
centralizado.
"Definición del tipo marxista", según Alfie
El senador Isaac Alfie empleó munición gruesa para tirarle a la
reforma de la salud, sobre todo cuando opinó que la "verdadera
definición" de propósitos de la ley que creó el sistema es "marxista".
Según Alfie, la "filosofía inspiradora" es que "todos somos miembros de
un colectivo y todos tenemos roles sociales, pero no generados a partir
de un centralismo sino con libertad, donde cada uno elige los que
asumirá". Cuestionó además la inseguridad en la financiación del
sistema. "Mientras se pueda recaudar, la cosa se mantiene. Si este año
hay un 9% de inflación, el sistema cae porque ninguna institución
soportará perder un 9%", advirtió. "Y cuando un sistema se financia con
impuestos, si la recaudación cae o hay inflación, el ajuste incide en
la calidad del servicio", agregó. "Y los usuarios van a quedar mal a
largo plazo, salvo los que puedan seguir pagando a privados". Powered by AkoComment! |