El Dr. Juan Antonio Ortega García coordina junto con
el Dr. Josep Ferrís i Tortajada el programa
MACAPE (Proyecto Medio Ambiente y Cáncer Pediátrico), patrocinado por la
Fundación Científica de la
Asociación Española contra el Cáncer. Presentará en el congreso un
estudio en donde se evidencia que
“casi 3 de cada 4 niños que tienen cáncer en España, conviven con algún
fumador en casa”. En los
países industrializados, más de un tercio de todas las muertes por
cáncer (22% en mujeres y 45% en
hombres) son atribuidas al tabaco. Sin embargo el humo ambiental del
tabaco todavía no se ha
reconocido como cancerígeno para la infancia. Este proyecto pretende
ayudar a recoger evidencias
científicas y sobre todo intentar erradicar la exposición e inicio en el
tabaquismo del superviviente de la
enfermedad, su familia y su comunidad. El Dr. Ortega reconoce “que el
tabaco sólo sea considerado
cancerígeno seguro a partir del día que uno cumple 18 años coloca a
muchos niños en riesgo… lo que es
un gran logro, de momento, de la industria tabacalera”, agrega.
Entre los días 25 y 26 de octubre se celebrará en Castellón el VII
Congreso Nacional de Prevención y
Tratamiento del Tabaquismo, organizado por el Comité Nacional de
Prevención del Tabaquismo
(CNPT) y que, según el presidente del Comité Organizador del Congreso,
Dr. Ahmad Khalaf, tiene como
objetivo “avanzar y aportar soluciones desde todas las perspectivas
posibles, sin desviarse de lo más
científico y evidente. Entre todos debemos buscar nuevas alternativas en
el abordaje del tabaquismo que
aporten una dosis renovada de dinamismo a un proceso histórico que sólo
acaba de empezar, porque los
intereses retractores de la industria del tabaco así nos lo exigen”. Durante los tres días de congreso unos 700 expertos intercambiarán
experiencias sobre cesación del
tabaco, mujeres y tabaco, políticas de control del tabaquismo,
prevención del tabaquismo en los
adolescentes, entre otros temas de interés. No obstante, el Dr. Khalaf
resalta que en la edición de este
año se pretende abordar el tabaco de una manera multidisciplinar, no
solamente desde la vertiente
científica y jurídica sino desde “la responsabilidad de todas las
partes, desde la ética y la importancia DE
que todos entendamos que el tabaco es un producto violento que no
asegura la felicidad de las
personas”. Mejorar la calidad ambiental y de vida del niño superviviente, su
familia y la comunidad
El Dr. Ortega es el director de la Unidad de Salud Medioambiental
Pediátrica del Hospital Universitario
Virgen de la Arrixaca (Murcia),que cuenta además con la única unidad de
cesación tabáquica en
pediatría de España. “El humo del cigarrillo es más perjudicial para la
salud de los niños que todos los
contaminantes del aire juntos. Un niño recién nacido por ejemplo,
respira 60 veces por minuto (4-5 veces
más que un adulto) y, además, pesa 10 veces menos; elimina peor los
tóxicos, tiene menos altura y es
donde se concentran más contaminantes por lo que la incidencia del
tabaco en su salud es muy
importante”, dice el director del estudio. Ante la falta de conocimiento
aplicamos nuestro mejor juicio
científico para proteger a las actuales y futuras generaciones de niños:
todo carcinógeno humano en
adultos debe ser considerado como carcinógeno pediátrico, mientras no se
demuestre lo
contrario. La mayoría de las víctimas del futuro son los niños de hoy. En nuestro
país, el 80% de los jóvenes ha
fumado alguna vez antes de los 18 años, y el 50% regularmente. Un joven
que no fume antes de los 18
años, tiene menos de un 10% de posibilidades de ser fumador en el
futuro. El ejemplo modélico de los
padres que no fuman o han abandonado su consumo es una de las “mejores
vacunas” para evitar que se
inicien en su consumo y mejoren su salud para el futuro. “Independientemente de las actuaciones preventivas, en las Unidades de
Pediatría Ambiental debemos
conocer y estar familiarizados con las diversas modalidades terapéuticas
de cesación tabáquica por dos
razones principales. La primera, para informar, asesorar, estimular y
conseguir que muchos padres y
familiares, después de lograr ambientes domésticos libres de humo,
abandonen el hábito tabáquico. La
segunda, para tratar directamente a los adolescentes fumadores, dada la
mayor efectividad de la terapia
en las fases iniciales del hábito”, dice el Dr. Ortega. En España cerca 70% de los niños con cáncer viven en casas con alguna
persona fumadora. Datos
preliminares de Macape de 2006 indican que la prevalencia de tabaquismo
activo después del
diagnóstico de la enfermedad oncológica se sitúa en el 40% de las madres
y 50% de los padres. Estos
datos son importantes para seguir buscando la contribución como causa en
el cáncer pediátrico, pero lo
más importante es que constituyen suficiente realidad para abordar de
forma prioritaria y como grupo
vulnerable a los efectos carcinogénicos la consulta deshabituación
tabáquica en los padres y familiares
de niños con cáncer. Ofrecer esta actividad a los padres de niños con
cáncer, es de estricta justicia
ambiental. Sin duda mejorará la calidad ambiental y de vida, y con mucha
probabilidad la supervivencia
del paciente oncológico. Además, en un futuro los padres que no hayan
sido bien aconsejados para
abandonar el consumo de tabaco por parte de sus pediatras podrán
emprender acciones legales contra
ellos por haber establecido recomendaciones inadecuadas y perjudiciales
para la salud de su familia. Asimismo señala que “cada vez que un niño o niña enciende un cigarrillo,
debemos tomarlo como un gran
fracaso de los profesionales de la salud y, en especial, de los
pediatras” comenta el Dr. Ortega. El Dr.
Juan Antonio Ortega afirma que “los niños que vienen a nuestra unidad y
que deben de ser tratados con
cáncer, lo que intentamos es que en sus familias cese el tabaco e
intentar mejorar la calidad ambiental y
de vida del niño superviviente”. “Gracias a la sensibilidad de
los padres –agrega el Dr. Ortega- se consigue que en la mayoría
de estos hogares se deje de fumar”. Un programa innovador y actual Durante los tres días de congreso se realizarán 5 sesiones plenarias, 15
mesas paralelas y 9 talleres de
trabajo. En total, unos 100 ponentes que debatirán sobre los temas más
actuales sobre prevención y
tratamiento del tabaquismo. No obstante, en la edición de este año que
tiene como lema “Ciencia, Ética y
Reconciliación”, se abordarán el problema del tabaquismo desde otras
vertientes con el fin de buscar
soluciones desde la educación, la cultura y los valores. De esta manera
habrá expertos nacionales e
internacionales que abordarán el tabaquismo desde la religión, el medio
ambiente, la violencia, la
cultura y la ética, además de los trabajos que se vienen realizando
sobre la educación, la
prevención y la formación de los profesionales en el control del
tabaquismo. Asimismo, participarán ponentes de primer orden, entre los que destaca
el psiquiatra sueco Karl
Fageström, eminencia mundial en el tratamiento del tabaquismo y creador
del test que lleva su mismo
nombre y que mide el grado de adicción a la nicotina; Rogelio Altisent,
presidente de la Comisión
Nacional de Deontología; Javier Zulueta, “Diagnóstico precoz cáncer
pulmón en fumadores”; Vicente
Martínez Guzmán, “Transformación de los conflictos desde la filosofía
para la paz”, entre otros. Más de la cuarta parte de la población de los países desarrollados fuma.
Sólo en España, fallecen más de
56.000 personas cada año a consecuencia del tabaco, y los costes de
salud y económicos asociados son
muy elevados. En la Unión Europea, donde 215 millones de ciudadanos
fuman habitualmente, la factura
del tabaquismo asciende a 130.000 millones de euros, lo que representa
entre el 1% y el 1,4% del PIB,
según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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