El motivo que podría estar detrás de esta relación entre las dos enfermedades es la disfunción endotelial.
Las mujeres hipertensas tienen el triple de riesgo de desarrollar
diabetes que aquéllas con su presión dentro de los niveles normales.
Éstas son las conclusiones de un amplio estudio realizado en EE UU que
observó que la asociación entre las dos dolencias seguía existiendo
independientemente de si las mujeres tenían sobrepeso o no.
Hasta ahora se sabía que la hipertensión y la diabetes estaban
relacionadas con la obesidad y el llamado síndrome metabólico, pero se
desconocía si el aumento de la presión arterial por sí sola podía tener
algo que ver con la aparición de la diabetes. "Ahora que sabemos que la
hipertensión arterial es un factor de riesgo independiente, las mujeres
con la presión arterial alta deberían seguir de cerca los niveles de
glucosa en su sangre para poder evitar así sufrir complicaciones
cardiovasculares", explica David Conen, cardiólogo del hospital Brigham and Women's de Boston (EE UU) y director del estudio.
Los investigadores de dicho hospital y de la Facultad de Medicina y
la Escuela de Salud Pública de Harvard estudiaron a 38.000 mujeres no
diabéticas mayores de 45 años. Al cabo de 10 años se observó que casi
el 10% de estas mujeres había desarrollado diabetes, y después de
ajustar varios factores como la edad, el tabaquismo, el índice de masa
corporal y el historial familiar de diabetes, los investigadores vieron
que las hipertensas tenían el triple de posibilidades de sufrir
diabetes que el resto de las mujeres. El estudio se publicó el pasado 9
de octubre en el European Heart Journal.
Las obesas, más riesgo
"Lo interesante fue observar que este aumento del riesgo existía
tanto si la mujer tenía un peso normal como si tenía sobrepeso o era
obesa, aunque, como era de esperar, aquellas que eran obesas tenían más
posibilidades de tener diabetes", señala Conen. Además, aquellas
mujeres cuya presión arterial subió a lo largo de los años, pero se
mantuvo dentro de los llamados "niveles normales", también vieron cómo
su riesgo de desarrollar diabetes aumentaba un 26%.
El motivo que podría estar detrás de esta relación entre las dos
enfermedades es la disfunción endotelial, una alteración que afecta a
la capa interna de los vasos sanguíneos, que se da tanto en la diabetes
como en la hipertensión. La inflamación también podría ser otra de las
explicaciones. Para Cohen, el estudio "demuestra que los riesgos
cardiovasculares están interrelacionados y por ello deberían ser
abordados de forma conjunta a la hora de decidir el mejor tratamiento
para cada paciente".
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