Cirujanos del Hospital de Bellvitge de L'Hospitalet han retirado con éxito el aparato de asistencia ventricular de larga duración que implantaron el pasado mes de junio a una mujer de 42 años con insuficiencia cardiaca.
Los responsables del equipo médico encargado del caso han
considerado hoy en rueda de prensa un "éxito" el caso, y han subrayado
que éste es el primer aparato de estas características que se consigue
retirar en España. La paciente, Cinta Barberà, ha asegurado:
"Durante los primeros días me sentía como un bicho raro al verme llena
de cables y con unas baterías permanentemente conectadas a mi cuerpo,
pero hice el propósito de salir adelante y de no sentirme mal por lo
que estaba viviendo". "Estaba preparada para morir, había pasado
mucho hasta llegar hasta aquí, pero para lo que no estaba preparada era
para que me retirasen el mecanismo. Cuando me lo dijeron, no pude dejar
de llorar", ha explicado la paciente. "Me había aferrado a él, era mi última esperanza para sobrevivir y temía separarme de él", ha dicho. El
pasado 15 de ocrubre, al entrar en el quirófano para someterse a la
operación en la que le iban a retirar el corazón artificial, la
paciente agradeció a los facultativos el esfuerzo que habían hecho en
su caso. "El esfuerzo, saliera bien o mal, ya estaba hecho.
Habían trabajado mucho para poder salvarme la vida y se lo tenía que
agradecer, aunque después no hubiese dado resultado", ha apuntado. Cinta
Barberà, que llegó al Hospital de Bellvitge derivada del Hospital de la
Cinta de Tortosa, asegura: "Llegué sin ninguna esperanza. La
paciente sufría una insuficiencia cardiaca provocada por el tratamiento
al que fue sometida para hacer frente a un cáncer de mama. El
jefe del servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital de Bellvitge, Eduard
Castells, ha explicado que "este tipo de tratamiento puede provocar
insuficiencias cardiacas, lo que no significa que no se deban
administrar, sino sencillamente que pueden tener estos efectos
secundarios". Los antecedentes oncológicos de Barberà hacían
imposible un trasplante de corazón, "de manera que la esperanza de vida
era nula y la única vía que teníamos era administrar tratamientos
paliativos a la espera de un desenlace fatal", ha dicho Castells. "La
colocación de este tipo de mecanismos es una alternativa real para las
personas que no pueden someterse a trasplantes", ha señalado el doctor,
que ha reconocido que en países europeos es una práctica muy habitual. "En
algunos países llegan a implantarse hasta dos al día", ha manifestado
Castells, aunque ha puntualizado que, "como el de nuestra paciente, un
caso exactamente igual y con una máquina de la misma marca, tan solo se
han implantado cuatro en el mundo, y el de Cinta Barberà es el primero
que se ha extraído con éxito". Los médicos que la atienden aseguran que Barberà podrá realizar a partir de ahora una vida "prácticamente normal". La
paciente, que después de siete meses recibirá el alta médica mañana,
deberá seguir un control médico, ya en Tarragona, en las consultas
externas del centro de referencia".
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