Los españoles gozamos de buena salud y vivimos bien. Dos condiciones
fundamentales para que hayamos conseguido figurar entre los europeos
más longevos. Sólo los suecos, irlandeses, holandeses, italianos y
británicos sobreviven más años que los hombres españoles. Sin embargo,
las mujeres de nuestro país incluso los superan, ya que son las
europeas que llegan a alcanzar edades más tardías, sólo por detrás de
las francesas.
Y es que la esperanza de vida al nacer ha ido aumentando
en España paulatinamente. Por primera vez, sobrepasa los 80 años, según
los últimos datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de
Estadística (INE). Ahora, cuando un niño nace en España tiene la
oportunidad de llegar a cumplir los 80,23 años como media. Hoy día
existen más de 1,8 millones de personas mayores de esa edad. De ellas,
5.207 han alcanzado una barrera mítica: el centenario. Y siguiendo la
tendencia, son más mujeres (3.943) que hombres (1.264).
Sorprendentemente, los que están a punto de batir esa meta, es decir
que tienen 99 años, resultan menos en número: 3.817, 911 hombres y
2.906 mujeres.
Las españolas incluso mejoran la media nacional. En
concreto, las mujeres sobreviven hasta los 83,4 años. Una edad nada
despreciable si se tiene en cuenta que supera en más de seis años la
esperanza de vida de los hombres, que se sitúa en 76,9 años.
Cruzar la barrera de los ochenta años parecía impensable
desde 2000, cuando ya se alcanzó una esperanza de vida de 79 años. En
una década, es decir, desde 1995 hasta 2005 (el último analizado por el
INE), este índice se ha incrementado en más de dos años. Muy atrás ha
quedado los 34 años que podía vivir un español a principios del siglo
XX. Por entonces, la diferencia entre ambos sexos resultaba menor,
apenas dos años, pero la brecha se ha ido incrementando hasta llegar a
los seis años que ahora vive más una mujer.
Incluso dentro de nuestras fronteras existen grandes
diferencias de una región a otra respecto a los años de vida que le
esperan a una persona. Por ejemplo, las cántabras son las más longevas
del país, seguidas de las castellano-leonesas, navarras, riojanas,
madrileñas y vascas. Todas ellas tienen una esperanza de vida superior
a la media nacional, en concreto pueden llegar a cumplir 84 años y más.
En la otra cara de la moneda están quienes no lograrán rozar esas
edades y vivirán menos. Son los casos de las ceutíes, melillenses,
andaluzas, canarias, valencianas y murcianas, que apenas vivirán poco
más de 82.
Navarros, los más longevos
Ellos también registran diferencias respecto a su
esperanza de vida según la región a la que pertenezcan. Por ejemplo,
navarros, madrileños, castellano y leoneses y riojanos son los que
cumplirán más años, poco más de 78. Y andaluces y ceutíes, los que
menos, 75.
El INE no sólo ha reflejado la mejora que ha
experimentado la esperanza de vida cuando una persona nace, sino que
también indica las mejoras significativas que se han producido en las
edades más avanzadas, sobre todo debido a los progresos médicos. Es
decir, llegar hoy día a los 65 años supone que existen más
oportunidades de vivir más años. De hecho, la esperanza de vida de las
mujeres y los hombres de esa edad ha aumentado en 3,2 y 2,4 años,
respectivamente, desde 1981.
En ese año, las mujeres de 65 años esperaban vivir unos
17,93 años más, mientras que en 2005 su esperanza de vida aumentaba
hasta los 21,12. Lo mismo ocurre entre los hombres de esta edad. En
1981 creían que podían vivir 14,77 años más y en 2005 confían en durar
otros 17,19 años.
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