Llevar una dieta rica en flavonoides, como los que se encuentran en las cebollas, el té, las manzanas o el vino tinto, reduce los síntomas tempranos de enfermedad cardiovascular, según un estudio.
Un equipo del Instituto de Investigación de la Alimentación del Reino Unido llevó a cabo una investigación sobre el flavonoide llamado quercetina.
El estudio examinó el efecto de los compuestos que se producen cuando el cuerpo asimila la quercetina.
Según se demostró, esos compuestos sirven para prevenir
la inflamación crónica que provoca la obstrucción de las arterias y que
produce las enfermedades cardiovasculares.
Algunos estudios previos mostraron que el intestino y el
hígado metabolizan rápido la quercetina, un compuesto que no se
encuentra en la sangre humana.
Es por ello que los investigadores se concentraron en
estudiar los compuestos que entran en la corriente sanguínea una vez la
quercetina es ingerida, absorbida y metabolizada.
Menor dosis, mayor impacto
Los compuestos fueron utilizados en concentraciones
similares a las que se producirían tras la digestión, para tratar
células sacadas del revestimiento de los vasos sanguíneos.
Paul Kroon, el investigador que dirigió el estudio dijo:
"investigamos los compuestos que se encuentran en la sangre, no los
flavonoides que contienen los alimentos antes de ser ingeridos, ya que
sólo esos compuestos entrarán en contacto con los tejidos humanos y
tienen un efecto directo sobre la salud de las arterias.
La investigación reveló que en caso de un proceso
inflamatorio una dosis menor de los compuestos, que se puede alcanzar
comiendo entre 100 y 200 gramos de cebollas, tiene un mayor impacto.
Según Bridget Aisbitt, especialista de la Fundación
Británica de la Nutrición, "este estudio nos da pistas de como una
dieta rica en vegetales y fruta reduce el riego de padecer enfermedades
cardiovasculares".
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