Tres novedades
irrumpieron en el campo de las inmunizaciones en los últimos dos años:
las vacunas contra el rotavirus, el neumococo y el papilomavirus.
Infectólogos analizan su próxima incorporación en el país.
Las
expectativas son grandes. Tres nuevas vacunas incorporadas al mercado
mundial están relacionadas con algunas de las principales causas de
muerte en Paraguay: las diarreas, las neumonías y el cáncer de cuello
uterino. Por algo, la vacunación constituyó uno de los temas centrales
del 6º Congreso Paraguayo de Infectología, que concluyó el fin de
semana en Asunción. Sin
embargo, estas anhe-ladas dosis ni siquiera están aún registradas ni
disponibles en consultorios privados de nuestro país. Aún más lejana se
presenta su inclusión al programa nacional de inmunización. Existen
barreras que no son únicamente presupuestarias. Primero se debe
aumentar la cobertura con las vacunas ya disponibles. Al
menos diez personas mueren cada año como consecuencia de enfermedades
prevenibles por vacunación. A pesar de que 8 tipos de vacunas, que
protegen contra 12 enfermedades, están disponibles, un 20% de la
población no accede a ellas. "Antes
de evaluar la incorporación de nuevas vacunas se deben resolver los
problemas que generan la baja cobertura actual", planteó Gladys
Ghisays, consultora de la Unidad de Inmunizaciones de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS). De acuerdo a un estudio económico
coordinado por esta profesional, el país dispone del presupuesto
suficiente para adquirir la vacuna contra el rotavirus (que tiene un
costo de 7 dólares por dosis). "¿Pero para qué comprarla si no se está
en condiciones de aplicarla?", dio a entender la especialista. La
recomendación técnica de la OPS es que aumente el número de recursos
humanos y que los servicios de salud estén abiertos las 24 horas, para
que mejore la cobertura de vacunación, antes de proyectar nuevas
compras. INEQUIDAD Así
como en Paraguay, en la mayoría de los países latinoamericanos estas
vacunas son aún un sueño, por las limitaciones económicas. Aun cuando
nueve de cada diez mujeres que mueren de cáncer de cuello uterino viven
en países pobres, la nueva vacuna contra el papilomavirus (agente que
origina esta enfermedad) solo está disponible en países ricos, a más de
350 dólares. Si
se repite la historia, deberán pasar 20 o 30 años para que estas dosis
lleguen a los países en vías en desarrollo, donde ocurre el 85% de las
muertes. Es el tiempo que tomó que estuvieran disponibles para la
población las vacunas contra la hepatitis B o la rubeola, que existen
desde la década del 70, pero recién en los últimos años han ido
incorporándose a programas de vacunación, como en Paraguay. "Esto
demuestra una inequidad en materia de salud que no es aceptable",
planteó Jon Andrus, principal consultor del área de inmunizaciones de
OPS. La
necesidad es evidente. Tres mujeres mueren por semana a consecuencia
del cáncer cervical, las diarreas continúan constituyendo una de las
principales causas de mortalidad infantil y el neumococo, causante de
tres graves enfermedades invasoras que pueden llegar a ser mortales: la
sepsis (infección de la sangre); meningitis y bacteremia (inflamación
de pulmones y sangre). El desafío es acortar ese plazo. "DEBEN SER ACCESIBLES" "Las
nuevas vacunas están disponibles en los países ricos y pasan muchos
años antes de que se garanticen precios más bajos para hacerlas
accesibles a los países pobres. Esto en el contexto de las inequidades
de salud no es aceptable. Debemos reducir el tiempo para salvar vidas
de mujeres y niños. En Latinoamérica cada hora mueren dos niños por
infección con neumococo. Con la vacuna tenemos la oportunidad de
prevenir una de las dos muertes". Comentarios reservados a usuarios registrados. Por favor ingrese al sistema o regístrese. Powered by AkoComment! |