Los hábitos alimentarios de una persona se relacionan de manera independiente con la enfermedad cardiovascular preclínica, según informan investigadores de EE.UU.
Los investigadores evaluaron los hábitos dietéticos de casi 1,300
mujeres (que no tenían enfermedad cardiovascular al comienzo del
estudio) y revisaron el grosor de la íntima-media de la arteria
carótida (CIMT, por su sigla en inglés) máximo, una medida de la
arteria carótida que es un buen pronosticador de la enfermedad
cardiovascular preclínica. El estudio halló que las mujeres que
tenían un "patrón dietético de calorías vacías" tenían un CIMT
significativamente elevado (1.46 mm) en comparación con aquellas
mujeres que tenían patrones dietéticos saludable para el corazón (1.18
mm), de pocos alimentos (1.22 mm) y ricos en grasas (1.17 mm). La
relación siguió siendo significativa después de que los investigadores
controlaran otros factores de riesgo como el tabaquismo, el colesterol,
el índice de masa corporal y la presión arterial sistólica (la cifra
superior en una lectura de presión). Un patrón dietético de
calorías vacías incluye un consumo alto de grasa total y saturada, una
mayor ingesta de azúcares en forma de postres y bebidas endulzadas, una
baja ingesta de frutas y verduras, y niveles generales más bajos de
micronutrientes protectores. Esos hallazgos sobre los patrones
dietéticos deben ser usados para una prevención dirigida de la
enfermedad cardiovascular, dijeron los investigadores. Se
esperaba que el estudio fuera presentado el seis de noviembre en la
reunión anual de la American Heart Association en Orlando, Florida. Más información El U.S. National Heart, Lung, and Blood Institute tiene más información sobre las enfermedades cardiacas y vasculares.
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