Los médicos que aleguen "objeción de conciencia" podrán negarse a
practicar abortos, pero no así las instituciones privadas para las que
no habrá excepciones, según los promotores del proyecto de ley.
Al proyecto de salud sexual y reproductiva que despenaliza el aborto le
queda el trámite de Diputados y, en caso de sancionarse, deberá todavía
esperar el anunciado veto del presidente Tabaré Vázquez. En la
hipótesis de que el veto sea levantado por la Asamblea General, deberá
aún esperar la reglamentación, en la que se aclararán varias dudas que
surgen de la letra fría del texto del proyecto.
Entre ellas, cómo se instrumentará la "objeción de conciencia",
prevista para los médicos y demás personal de la salud que no quieran
participar en prácticas abortivas. El proyecto no prevé esta opción
para las instituciones de asistencia.
La senadora frenteamplista Mónica Xavier -una de las promotoras del
proyecto- explicó a El País que se ha establecido un plazo máximo para
que los médicos expresen "objeción de conciencia" a intervenir en el
procedimiento de aborto, a fin de evitar que los profesionales objeten
cada solicitud de interrupción de embarazo que se le presente. "Esto ha
ocurrido en otros países", indicó la legisladora.
El artículo 15° del proyecto aprobado el martes en el Senado
establece que aquellos médicos o miembros del equipo quirúrgico que
tengan objeciones de conciencia para intervenir en los actos médicos de
interrupción del embarazo, "podrán hacerlo saber a las autoridades de
las instituciones a las que pertenezcan dentro de los treinta días
contados a partir de la promulgación" de la ley. Agrega que quienes
ingresen posteriormente "deberán manifestar su objeción en el momento
en que comiencen a prestar servicios" y que los profesionales y
técnicos que no hayan expresado objeción "no podrán negarse a efectuar
las intervenciones". En casos graves y urgentes en los cuales el aborto
es indispensable, no se aplicará la objeción de conciencia.
Xavier explicó que estos aspectos están contenidos "desde el origen
del proyecto" y buscan "garantizar nítidamente el derecho de la mujer a
interrumpir el embarazo".
La senadora admitió que en una eventual reglamentación podría haber
"algún margen" para contemplar a los médicos que puedan cambiar de
opinión "en un sentido o en otro", pero siempre y cuando no atenten
contra el "derecho de la mujer" a interrumpir su embarazo.
En cuanto a la posibilidad de que instituciones privadas con
determinada orientación religiosa puedan negarse a realizar el
procedimiento, Xavier dijo que es imposible que la ley pueda contemplar
específicamente las diferentes concepciones religiosas. "A nivel del
judaísmo, hay posturas más contemplativas en cuanto al derecho a la
interrupción del embarazo. ¿Cómo se puede hacer para contemplar todas
las diferentes concepciones?", planteó la senadora. Xavier mencionó que
la reglamentación precisará muchos aspectos, pero siempre "garantizando
el derecho de la mujer" a interrumpir su embarazo dentro del margen que
permitiría la nueva ley.
El aborto, definido en el proyecto como un "acto médico sin valor
comercial", deberá ser practicado por todos los servicios de asistencia
médica integral, tanto públicos como privados habilitados por el
Ministerio de Salud Pública.
De sancionarse la ley, toda mujer por su sola voluntad podrá
interrumpir su embarazo durante las primeras 12 semanas de gravidez.
Para ello bastará que la mujer alegue ante un médico circunstancias
derivadas de las condiciones en que se ha producido la concepción (por
ejemplo, una violación), situaciones de penuria económica, sociales,
familiares o etáreas, que a su criterio le impida continuar con el
embarazo.
Fuera de estas condiciones, el aborto solo podrá realizarse cuando
la gravidez implique un grave riesgo para la salud de la mujer, o
cuando se verifique un proceso patológico que provoque malformaciones
congénitas incompatibleS con la vida del niño.
Obispos analizan proyecto en Florida
Los obispos iniciaron ayer en Florida un encuentro que durará hasta
el miércoles próximo. El proyecto de salud sexual y reproductiva, que
despenaliza el aborto, será uno de los temas que analizarán en
profundidad en los próximos días. "Qué pasa con estas minorías
silenciosas que son los niños no nacidos, con nuestras contradicciones
en los foros internacionales en que juntamos firmas para la derogación
de la pena de muerte, para derogar la mutilación femenina y no pensamos
en las niñas a las que se les cierra la posibilidad de aparecer en el
mundo", dijo ayer el obispo de Salto, Pablo Galimberti, a El País.
Galimberti agregó que es una "falacia" que algunos legisladores
argumenten que votan la ley para que no se use.
Ley camino al veto de Vázquez
Una vez sancionado por Diputados y vetado por el presidente Tabaré
Vázquez, se necesitarán tres quintos de legisladores en la Asamblea
General (78 votos si están los 31 senadores y los 99 diputados) para
levantar el veto. Los partidarios de despenalizar el aborto aseguran
que están los votos pero no existe un relevamiento preciso de los
objetores de conciencia que hay en todos los partidos ni cómo pueden
influir ausencias y suplencias de legisladores. El martes en el Senado,
el proyecto fue aprobado por 18 votos a favor y 13 en contra. Un mes
antes la votación había salido empatada 15 a 15. Los tres senadores que
inclinaron la balanza a favor de la despenalización del aborto, fueron
el frenteamplista Alberto Cid (que en primera instancia había votado en
contra), el nacionalista Julio Lara (de viaje en el exterior, su
suplente votó en contra) y el colorado Julio Sanguinetti (de viaje en
el exterior, su suplente se retiró de sala). En la Cámara de Diputados
las bancadaS volverán a votar divididas. Powered by AkoComment! |