El proyecto de Salud Sexual y Reproductiva, que incluye la
despenalización del aborto, ya está en la agenda de los diputados
oficialistas y opositores. Sin embargo, los sectores del Frente Amplio
acordarán la próxima semana que su tratamiento se demore hasta el 2008,
lo que no contempla las expectativas de los promotores del articulado.
Además, desde la bancada oficialista ya se piensa en pedirle al
presidente Tabaré Vázquez que no vete el proyecto a fin de que éste
pueda ser refrendado o anulado en una consulta ciudadana.
El diputado Luis Gallo (Asamblea Uruguay) explicó a El País que
"existe un corte en la sociedad y en los partidos políticos en torno a
este tema" y que "lo mejor" que puede hacer el Parlamento es convocar a
un referéndum luego de que el articulado reciba la promulgación del
Poder Ejecutivo.
Gallo sostuvo que los diputados y senadores oficialistas de las
comisiones de Salud Pública podrían acordar en las próximas semanas
pedirle una entrevista al presidente Vázquez para plantearle esta idea.
Sostuvo que esta gestión podría producirse, además, a través de la Mesa
Política Nacional del Frente Amplio.
Desde el Partido Socialista y la Vertiente Artiguista -cuyos
dirigentes son férreos defensores del proyecto- esperaban que la
iniciativa tuviera un rápido trámite en la Cámara baja, ya que dan por
descontado que estarán los votos suficientes para darle sanción
definitiva al texto.
Sin embargo, tras mantener contactos con los demás sectores del
oficialismo se acordó que en la reunión de bancada del próximo martes
se defina su aplazamiento para el correr de 2008,
La bancada del MPP es una de las que promoverá este punto, según
fuentes consultadas por El País. La intención de los emepepistas es que
los parlamentarios se concentren en sancionar otros proyectos antes de
ingresar en la consideración de un tema, que demandará audiencias en el
seno de la comisión de Salud Pública y múltiples contactos políticos
para definir su tratamiento en sala.
VOTOS. Se descuenta que los votos del Frente Amplio serán
suficientes como para que el proyecto reciba sanción definitiva. No
están dispuestos a acompañarlo la diputada Daniela Paysée (Asamblea
Uruguay) y Juan Andrés Roballo (Alianza Progresista), ambos por motivos
filosóficos.
El diputado del MPP Luis Rosadilla planteará que se excluya la
"penuria económica" de los motivos previstos para que una mujer pueda
abortar. Su planteo no tendrá eco en el propio MPP, adelantaron fuentes
políticas.
Por su parte, la oposición se inclina, en su mayoría, a no acompañar
las disposiciones del proyecto sobre la interrupción del embarazo. La
diputada blanca Beatriz Argimón (Correntada Wilsonista) optará por no
prestar su voto, a diferencia de lo que había hecho en la anterior
legislatura. La bancada colorada aún no fijó fecha para debatir el
tema.
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