Los jóvenes españoles lo tienen claro, prefieren una pizza a unas
lentejas y mejor una hamburguesa que una ensalada. ¿Que esas comidas
son menos saludables? A esas edades, lo sabroso prima más que cualquier
otro concepto, entre otras cuestiones porque la salud en esa época de
la vida se considera eterna. Con estas premisas es fácil entender otro
dato: casi el 40% reconoce que nunca incluye en su dieta alimentos
considerados sanos.
Éstas son algunas de las cifras extraídas de un estudio realizado por
el equipo de seis doctores del centro de salud Carbonero El Mayor de
Segovia, y que ayer fue presentando en el congreso nacional de medicina
de familia y comunitaria que se celebra en Valladolid. El estudio,
realizado sobre una población de 3.130 jóvenes, pone de manifiesto la
necesidad de "adoptar medidas encaminadas a acercar a los adolescentes
a una dieta saludable, porque lo que no aprendan ahora, no lo harán
luego. Comer bien es una cuestión de hábitos y está claro que en este
momento, los jóvenes no los están adquiriendo", señala el doctor Julio
César Santos, coautor del estudio.
Según el citado informe, el
73% de los jóvenes de entre 14 y 20 años come a diario o casi a diario
pollo frito, bocatas llenos de embutidos o pizzas, o alimentos
aderezados cada día con alimentos del tipo patatas fritas o ganchitos
(el 56% de los adolescentes). El 45,5% reconoce que también cada día
ingiere bebidas azucaradas y bollería industrial.
Los jóvenes,
sin embargo, son conscientes de que el consumo de estos alimentos con
tanta frecuencia no es un hábito saludable, de ahí que el 85% reconozca
que varios días a la semana su dieta es de todo menos saludable. Casi
el 40% cree que no lo es nunca.
Para la doctora Marta Moya de
la Calle, miembro del Grupo del Adolescente de la Sociedad Española de
Medicina de Familia y comunitaria (Semfyc), los datos corroboran que la
alimentación de los jóvenes "se aleja cada vez más de la dieta
mediterránea" porque optan por "comidas rápidas, con precios asequibles
y estilo informal". Esta comida, además, se puede ingerir "a cualquier
hora del día" y se "identifica plenamente con el estilo de vida que la
publicidad, tras exhaustivos estudios de mercado, intenta transmitir a
los adolescentes", señala
Pero no todo es negativo. Hay datos
para la esperanza, como que más de la mitad de los jóvenes coma a
diario frutas y verduras y que casi un tercio se incline por la carne y
pescado a la plancha. A juicio del doctor Julio César Santos, las
campañas relativas a la necesidad de ingerir fruta y verdura está
calando en este grupo poblacional.
Pero ¿qué hacer para que
los jóvenes abandonen la práctica de consumir con frecuencia comida
rápida? El doctor Santos y la doctora Moya lo tienen claro: hay que
educar a los jóvenes, y en esto tiene mucho que decir el médico
familia. "Tenemos que promocionar los hábitos saludable en las
escuelas", señala Julio César Santos.
La Unión Europea puso
ayer en marcha unas jornadas con motivo del día europeo de la
Alimentación y la Cocina Sana en la que 400 prestigiosos cocineros
visitarán colegios de España, Bélgica, Alemania, Bulgaria, Chipre,
Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo,
Portugal, Suecia y Rumanía, para concienciar a los niños del problema
de la obesidad (22 millones de menores obesos en Europa) y enseñarles a
tener hábitos saludables.
En España, participarán en esta
iniciativa 96 cocineros, entre ellos, Salvador Gallego - que ayer
impartió el primer taller a 66 niños de un colegio de Moratalaz
(Madrid)-, Pedro Subijana, Martín Berasategui o José Juan Castillo, y
miembros de Euro-Toques (la Comunidad Europea de Cocineros).
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